Marcos se diluye, por tercera vez consecutiva

Marquitos en el partido ante el Deportivo de la Coruña (RealValladolid.es)
Este viernes Marcos García vivirá un partido especial al regresar a la que fue su casa. Lo hará en el peor momento de la temporada porque ha salido de los planes de Djukic 

Marquitos fue uno de los mejores jugadores de la pretemporada, sino el mejor. Cumplió tan bien en los partidos preparatorios que el club se replanteó su idea inicial de dejarle marchar. Comenzó la temporada como titular hasta que una lesión muscular le sacó del once. Pese al tiempo en el dique seco Djukic siguió confiando en él al regreso. Lo hizo con cinco titularidades en ocho partidos. Desde ahí, la jornada 16, el ibicenco ha pasado a un segundo plano, un sector al que se ha visto abocado tras la incursión de Alberto Bueno en el costado zurdo y la aceptación de Jofre de su rol de suplente. 

De esta forma, y con tres jugadores por delante de él – Sisi siempre está presente -, el extremo blanquivioleta está viviendo una mala racha que le ha llevado a jugar tan sólo 13 minutos de los últimos 450. De esos minutos del Real Valladolid solamente ha participado en la victoria de Chapín y lo hizo con el encuentro ya finiquitado. En esta complicada situación el futbolista llega a la que es su casa, al equipo que le crió y que le reclutó la temporada pasada en su filial

Tercera temporada consecutiva 
Lo más curioso del caso del ibicenco es que esta situación no es nueva para él. Comenzar siendo un jugador importante e ir bajando sus minutos en la temporada ya le ocurrió el año pasado en el Villarreal B y hace dos en el Real Valladolid. Con Mendilibar empezó jugando. Le robó el sitio a un futbolista como Jonathan Sesma pero finalmente acabo relegado en alineaciones de Onésimo y Clemente

La temporada pasada le ocurrió algo parecido. Xavi Gracia en un principio confió en él. Le dio minutos, titularidades y galones pero el tiempo volvió a correr en su contra y terminó siendo suplente hasta que el exjugador del Real Valladolid fue cesado en su cargo de entrenador. Con su marcha y la llegada de Molina el ibicenco siguió anclado en un papel secundario hasta que llegó el final de su cesión en Villarreal y tuvo que volver al José Zorrilla. 

Recuerdo del año pasado 
Curiosamente, cuando vivía uno de sus peores momentos como jugador amarillo hace un año recibió la visita del Real Valladolid. Lo hizo en un partido especial para él porque podía jugar y porque en él marco uno de los dos goles que hizo esa temporada. Sí, el futbolista marcó a su equipo y lo hizo para hundir más aún a un Abel que vivía momentos muy negros. 

El gol de Marcos significó un antes y un después en el equipo pucelano pero no en él que continuó durante muchos partidos en el banquillo. En ese mismo banquillo se sentará el viernes y lo hará con la tristeza de por no poder disfrutar de más minutos en la que fue su casa pero con la tranquilidad de que esta vez son sus compañeros los que están haciendo el trabajo bien y es por ello por lo que no disfruta de más oportunidades.

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