El Real Valladolid sufre ante el Cartagena pero se impone tras remontar un golazo de Abraham Paz. Los de Djukic fueron merecedores de la victoria desde el comienzo del partido 

Minuto tres y Óscar González marraba una ocasión clara de gol al rematar un saque de esquina lanzado por Nauzet. La primera ocasión del partido era el reflejo de lo que serían los 90 minutos entre pucelanos y cartagenos. El dominio total del Real Valladolid sería la nota predominante, pero como ocurriera en los primeros 45 minutos del encuentro ante el Villarreal B, el acierto de cara a puerta resultaba ser nulo. 

Junto a la primera oportunidad del ‘10’ pucelano llegaron tres ocasiones más de “Mágico” y otras dos de Javi Guerra. Ninguno de los dos encontraba el premio del gol pese a rozarlo en varias ocasiones. No era el día de los dos máximos goleadores del equipo. Ninguno de los dos consiguió marcar, algo que Nauzet y Jofre sí supieron materializar. Canario y catalán firmaron la sexta victoria consecutiva. Ésta ha sido la más costosa pero la que debería haber sido la más sencilla por todas las ocasiones marradas. 

El sufrimiento de Antonio Gómez 

Los casi 8.000 espectadores que animaban al Real Valladolid recordaron durante muchos minutos el fin de Antonio Gómez en el club pucelano. El madrileño perdía su puesto merced a una derrota ante el Fútbol Club Cartagena. Aquel partido terminaba con un injusto 0-1 en el marcador, un resultado al que esta vez se llegaba en el tramo de descanso, y como aquel 28 de noviembre de 2011, de forma inmerecida. 

El tanto de Abraham Paz, al filo del descanso, fue un jarro de agua fría para la afición que rememoraba aquel gol de Toni Moral que terminó con el hoy entrenador del Albacete. Aquella tarde los pucelanos tuvieron bastantes más ocasiones que el rival, mayor posesión de balón y unos números de saques de esquina más elevados que el del rival. Pese a todo terminó perdiendo, como hacía esta vez con la mitad del partido jugado. Lo positivo es que los de Djukic tienen más alma y confianza que los de Gómez, y con ellas como bandera han remontado el partido. 

Djukic lee su partido 

Cuando una victoria se consigue merced al gol de un jugador que ha salido como suplente, el entrenador tiene bastante 'culpa' de ello. Así se puede confirmar que Miroslav Djukic ejecutó bien los cambios y manejó bien sus cartas. Más allá de por la entrada de Jofre Mateu, autor del segundo gol, la incorporación de Manucho al encuentro resultaba vital. El angoleño asumía galones y se convertía en el protagonista del tanto del empate al ser el objeto de penalti. 

Con la presencia del ‘25’ en el césped, el cambio del dibujo pucelano era tan sencillo como determinante. La presencia de dos referencias en el área de Reina facilitaba la entrada de las bandas. Con Jofre o sin él, Carlos Peña trabajaba a destajo en facetas ofensivas y se quedaba con el carril zurdo en solitario. La presencia de Óscar por detrás de Manucho y Guerra dejaba el gol de la victoria como un objetivo por cumplir pero con la conciencia segura de que llegaría. Tarde o temprano los de Djukic darían la vuelta a un resultado que en todo el encuentro tuvo que estar de su lado. 

El trabajo, el fútbol y las ocasiones fueron blanquivioleta durante los 90 minutos pero el premio no llegó hasta el 85, en lo que fue una demostración de que en la ‘Liga adelante’ nadie te regala nada y que el ascenso no será fácil.  

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