En casi 30 minutos de juego, el madrileño ha vuelto a demostrar todo lo que decía José Luis Mendilibar de él. El entrenador vasco elogiaba siempre su facilidad goleadora y ante el Barcelona B dio muestra de ello. Su tanto, el séptimo de la temporada, fue una demostración de que lleva el gol en la sangre. Su remate, sin botar y de primeras, es de genio. El detalle de calidad en el remate está al alcance de pocos jugadores y éstos no están en la categoría de plata. 

El ‘10’ no está en su mejor momento físico. Está cansado y los minutos de juego le pesan en las piernas. Pese a ello no tiene problema en asumir los galones del equipo y demostrar que es uno de los mejores jugadores de la categoría. En el momento en que asumió la responsabilidad se vio otro equipo. Además de por el protagonismo y personalidad que está teniendo en las últimas jornadas, Óscar es protagonista por su calidad, la cual le llevó a marcar un gol y asistir a Bueno en el segundo. 

Si Óscar tiene peso en la victoria es por el primer gol y si éste existe es gracias al futbolista riojano y a su pase. La asistencia del ‘18’, con el pie izquierdo, es única, es de genio. El pase deja a Óscar en el mano a mano con el cancerbero local y la victoria más cerca. El gesto técnico no es más que la enésima demostración de su gran estado de forma. 

En el minuto 27, el extremo catalán vio la cartulina amarilla. Lo hizo por una entrada sobre Gerard Deulofue que sin ser violeta iba marcada por la dureza. Quizás fue excesiva la cartulina amarilla puesto que el futbolista fue a balón y en ningún momento tocó al rival, pero la intención era de una dureza muy elevada.