El pasado domingo en el partido entre el Villareal y el Atlético de Madrid ocurrió lo que tarde o temprano iba a ocurrir.

No es porque se trate del Real Valladolid pero la actitud que tomó al principio de temporada el equipo pucelano es la más sensata y la mejor con vistas al futuro.
Todos los equipos rivales saben que el equipo de Mendilibar no tira el balón fuera y ya sabe la actitud que deben tomar en los partidos contra este equipo.

Los comentarios de los jugadores del Villareal tras el partido carecen de argumentos y de sensatez, no por el hecho de que si hubiera sido al revés hubieran hecho lo mismo sino porque no se puede achacar al árbitro la victoria del equipo rojiblanco.

Si el año que viene asciende el Real Valladolid a la máxima categoría, existirán muchos conflictos como el del pasado domingo, pero desde aquí anuncio que el equipo pucelano no lanzará el balón fuera y que los demás equipos deben saber que hacer porque el Valladolid ya lo sabe.

Los blanquivioletas han llevado la iniciativa pero ahora son los demás equipos quienes deben ponerse a un lado o a otro, al lado del fútbol o al lado de la mentira.