Una vez tuve la gran suerte de poder hablar con un jugador del Real Zaragoza sobre la fama que soportan los deportistas de deportes de equipo de mercenarios, y su explicación me convenció un poco más sobre el tema, él sostenía que un deportista debe retirarse entre los 35 y 38 años y que para la gran mayoría es en ese momento cuando acaba su ligadura al mundo del fútbol por lo que ellos tiene que velar por sus interés y trabajar allí donde mejores condiciones de trabajo le ofrezcan que generalmente va unido a donde más dinero le ofrecen.
Es una explicación que te puede ayudar a comprender un poco más lo que pasa por la cabeza de un deportista de primer nivel, porque en su gran mayoría en una gente que sin el fútbol pierde todo y debe hacer la máxima fortuna en los años que es profesional, pero con todo y con esto creo que no se deben perder los principios como persona, principios que este verano han perdido dos jugadores en el mundo del fútbol: José Antonio Reyes y Roberto Fabián Ayala, desde mi punto de vista son dos grandes jugadores, de lo mejor en el fútbol internacional en su puesto pero que han actuado de una forma impropia de jugadores de su nivel y para mi imperdonable.
Reyes no se ha dado cuenta que en la vida no se puede quedar bien con todo el mundo y que no puede ir un año a un sitio y decir una cosa para el año que viene decir otra en el enemigo que contradice lo afirmado menos de un año atrás en la misma ciudad pero en sitios muy difíciles, Ayala por su parte ha demostrado que no es una persona de palabra porque lo que ha realizado con el Villareal no tiene palabras y desde mi opinión tampoco tiene perdón.

Cada uno es libre de hacer lo que quiere con su vida, eso está claro y en eso estamos todos los españoles de acuerdo pero cestos dos deportistas, que repito que son de primer nivel y gran calidad, han faltado al respeto a miles de personas y a grandes aficiones del mundo del fútbol español y eso para mi no vale ni es comparable con un contrato por dos o tres temporadas.