Durante la semana se había hablado de que muchas posibilidades del Real Valladolid pasaban por el partido contra el Levante, más psicológicas que otra cosa, porque una nueva jornada sin ganar en Zorrilla hubiera afectado mucho al equipo de Mendilibar, pero se rompió la sequía y con la victoria de ayer ante el Levante se hace aún mejor y más importante la gran victoria de hace una semana en la Romareda.

El partido de ayer tiene poco que analizar, el Levante demostró que fue a Valladolid para hacer buena la victoria contra el Almería consiguiendo un empate a cero y el equipo de Mendilibar volvió a evidenciar que le falta pegada y que no materializa las ocasiones claras que tiene, y es que en la tarde de ayer muy pocas veces los delanteros del equipo azulgrana pisaron el área de Alberto y cuando lo hicieron no llevaron ningún tipo de peligro, mientras que el Real Valladolid controlaba el partido a su antojo gracias en gran parte al gran juego que llevan realizando Álvaro Rubio y Vivar Dorado en las últimas semanas, pero estas ocasiones blanquivioletas no eran materializadas con éxito.

Si hace una semana en Zaragoza la retirada de Sisi produjo una mejora en el juego, fue ayer con la salida del extremo albaceteño cuando el equipo de Mendilibar desatascó la barrera levantina y consiguió hacer el gol que valdría tres puntos importantísimos, golazo de Jonathan Sesma a la media vuelta.
Con la victoria de ayer el Real Valladolid rompe la mala racha en el Zorrilla donde no había ganado esta temporada y encadena dos victorias seguidas que dan mucha moral al equipo y a aquellos aficionados que no creían en Mendilibar y sus jugadores.