El Real Valladolid jugó como acostumbra, muy bien, pero perdió.

En la tarde de ayer en el estadio del Almería dos recién ascendidos jugaron un magnífico partido en el que ambos pudieron haberse llevado los tres puntos, lamentablemente los puntos se quedaron en tierras andaluzas, la verdad es que el resultado pudo ser cualquiera pero fue Negredo con un gran gol quién a balón parado desequilibró un partido muy igualado en el que ambos demostraron su gran juego pero a la vez la falta de puntería de ambos conjuntos porque tanto el equipo de Mendilibar como el de Emery gozaron de grandes ocasiones para haber marcado con anterioridad.

Nueva derrota que no deja el ánimo de los jugadores ni de los aficionados bajo ni mucho menos, ya que el gran nivel de juego de los de Mendilibar provocan que se piense en que tarde o temprano se nos devuelva los golpes de mala suerte que el equipo ha recibido en varias ocasiones en las 15 primeras jornadas de Liga y que le han arrebatado al menos siete puntos, los cuales sin ninguna duda les dejarían en una posición más digna y por supuesto merecida.

Ahora llegan dos partidos en el José Zorrilla antes los dos equipos de la capital hispalense en la que los pucelanos deben conseguir el mayor número de puntos posibles para poder pasar unas navidades tranquilas porque el equipo y la afición las merecemos.