El Real Valladolid con el sufrimiento esperado ha conseguido el ansiado objetivo de mantenerse en la Primera División, nadie puede discutir que el equipo de Mendilibar se ha merecido mantener la categoría, por muchas razones pero sobre todo porque con el presupuesto más bajo de todas los conjuntos ha conseguido dar grandes alegrías a sus aficionados. El golazo de Pedro López al Real Madrid, el gol de Llorente al Espanyol en siete segundos, la remontada con tres goles incluidos en la Romareda en cinco minutos… eran muchas cosas que no se podían quedar sin recordar por el hecho de que el equipo al final quedará en puesto de descenso y perdiera la categoría.

El partido en el Nuevo Colombino era a cara de perro y el conjunto pucelano lo afrontó como se debía, sin miedo y con la filosofía que había jugado los 37 partido restantes, los blanquivioletas se encontraban mucho mejor que los locales y de ahí vino el gol de Llorente que acercaba aún más si cabe la permanencia porque en ese momento el Zaragoza perdía en Mallorca. Tras el decimosexto gol del vasco, posiblemente el último con la camiseta blanquivioleta, el Real Valladolid quería sentenciar el partido y esperaba atrás los más que posibles ataques del Recreativo que durante 10 minutos se encontraba en segunda por el empate de Oliveira en Mallorca, y poder marcar a la contra, al final todo resultó una agonía, el Zaragoza terminó perdiendo en Mallorca y descendía por lo que cuando Pérez Burrul decretó el final del partido ambos equipos montaron su fiesta para celebra un gran éxito.

Desde aquí quiero felicitar y dar las gracias a un conjunto que nos ha hecho ver las pequeñas cosas como grandes, los dos primeros años en Segunda resultaron muy duros pero apareció Mendilibar he hizo soñar a este equipo en sus posibilidades, lo que ha hecho este entrenador no se puede pagar con dinero y siempre le agradeceremos que nos devolviera a donde debíamos estar.