El Real Valladolid empata ante el Atlético de Bilbao en un partido en que los pucelanos jugaron gran parte del partido en superioridad pero terminaron en inferioridad por las expulsiones de Marcos y Nivaldo. El central brasileño y Diego Costa goleadores del equipo.

El encuentro comenzó de forma lenta y espesa en los primeros diez minutos, tan sólo una buena jugada local rematada por Sisi tuvo interés. Todo esto cambió en el minuto 11 cuando Yeste lanzó un corner, el balón fue despejado por los blanquivioletas a la frontal y tras un rechace Susaeta alojaba el balón en la portería de un Jacobo que a pesar de la estirada y de su altura no llegó a tocar un balón muy pegado al poste derecho. Golpe para un Real Valladolid que parecía tener controlado el partido. Con el gol quién fue amo y señor del balón fue el Athletic que vio un minuto más tarde de adelantarse como Llorente se marchaba del campo tras recibir un cabezazo involuntario de Nivaldo.
El dueño del partido sufrió un revés importante cuando en el minuto 22 Diego Costa comió la tostada a Ustaritz al borde del área y la falta del vasco terminó en expulsión por ser el último defensor. Aquí cambió todo porque el Real Valladolid se hizo con el poder del partido y con las ocasiones más importantes del encuentro. Un remate de Sesma, otro de Sisi, una galopada de Diego Costa, un potente disparo de Borja que se marchó fuera y un disparo al palo de Canobbio son el bagaje de los pucelanos antes del descanso. Mala suerte o escasa puntería pero el resultado seguía igual, 0-1 a favor del un Athletic que afrontaba la segunda mitad sin Yeste ni Llorente.

Tras el descanso Mendilibar introdujo a Marcos en el lateral para así tener una profundidad en banda izquierda que Barragán a pierna cambiada no se había conseguido, la primera jugada del capitán demostró que el cambio estaba bien hecho porque el “3” pucelano llegó hasta línea de fondo cuando no se llevaban ni dos minutos de juego.

Entrada de Manucho
Con la superioridad numérica y de juego el cuerpo técnico del Real Valladolid decidió apostar por dupla ofensiva. Borja dejaba el campo y Manucho entraba para acompañar a un entonadísimo Diego Costa arriba. Con el angoleño y el brasileño arriba el equipo pucelano gozó de los mejores minutos y de las mejores jugadas del partido. Ambos delanteros caían a bandas continuamente y en una de estas acciones llegó el tanto del empate, Manucho llega al corner, da el balón a Sisi, en el centro, para que el albaceteño con clase deje a Diego Costa frente a Iraizoz. El pichichi del equipo no falla, empata el partido y lleva la alegría a una grada que se vuelca con el equipo.
1-1 y continúa el dominio morado ante unos leones agazapados atrás que retiraron a Toquero para dar entrada a Muniaín en el minuto 67. En principio el cambio de Caparrós era defensivo porque perdía un referente arriba de 182 centímetros para dar entrada a un jugador de poco más de 165 cuando la única opción bilbaína eran balones arriba. Paradojas del fútbol la jugada le salió redonda porque el jugador de 16 años anotó el tanto del empate en otro rechace de la defensa en balón parado

Con el dominio y el partido controlado llegó una falta lateral en campo del Athletic que puso en juego Álvaro Rubio, el buen centro del riojano fue rematado por Nivaldo tras adelantarse a la mala salida del portero rojiblanco. El Real Valladolid se ponía por delante y Nivaldo lo celebraba con rabia porque se quitaba la espina del mal partido ante el Mallorca

Mateu Lahoz iguala el castigo
Si en la primera parte fueron los jugadores visitantes los que recibieron un continuo asedio en tarjetas por parte del colegiado en la segunda el árbitro equiparó de forma exagerada. Tras el gol de Nivaldo expulsó justamente a Marcos pero se excedió en la roja al central brasileño, autor del segundo gol, porque ninguna de las dos tarjetas que recibe son merecidas. La primera tras el encontronazo involuntario con Llorente del que salió mal parado el navarro y la segunda tras una salida de balón rojiblanca que no parece cortar el central.

Finalmente empate en un partido complicado pero con gran imagen de un Real Valladolid que vuelve a mostrar su poderío de lucha, presión y trabajo que hará que este equipo salga de la situación regular en la que se encuentra.