Tras el fin de Liga era momento del mercado de fichajes. El Real Valladolid había hecho público que durante este periodo se llevaría a cabo un rejuvenecimiento de la plantilla. Haciendo uso del dicho popular de “primero dejar salir antes de entrar”, se empezó por facilitar la salida a los jugadores con los que el cuerpo técnico no contaba.
Primero fue la salida de Alberto, el vasco terminaba contrato, y con 40 años era de suponer que su camino sería la retirada. Al portero se le unieron Iñaki Bea y Vivar Dorado, ambos también en finalización de contrato, no renovaron y se marcharon al Real Murcia y Albacete respectivamente.
Las bajas seguían, y a las esperadas por finalización de contrato de cesión, Goitom, Nano, Escudero y Oldoni, había que sumar el día 11 de este mes la de Víctor Manuel Fernández. Ese mismo día, el Real Valladolid hacía pública una nota oficial en su página web. En ella explicaba que el club no iba a renovar el contrato del extremeño, agradecía los servicios prestados y afirmaba la instauración de la insignia de oro del club al jugador. Cuatro días después el equipo perdía otro emblema. Otro símbolo porque escasos días antes Sergio Asenjo se marchaba oficialmente al Atlético de Madrid. La venta, muy positiva para el Real Valladolid, conllevaba el pago de la cláusula del portero y el traspaso de dos jugadores, uno Diego Costa, el otro por determinar.

En un mes marcado más por las salidas que por las entradas, también se produjeron cuatro incorporaciones al Real Valladolid. A la sabida llegada de Diego Costa, a pesar de ser hecho oficial en la operación de Asenjo, no llegaría al equipo hasta el mes siguiente, hay que añadir la oficialización de las incorporaciones de Antonio Barragán, Nauzet Alemán y Héctor Font.
Tanto el fichaje del gallego como el del canario era un secreto a voces. Todos los medios que siguen al equipo sabían de los incorporaciones, tan sólo quedaba que el equipo consiguiera matemáticamente la salvación para que estos, con una cláusula de ruptura en caso de descenso, llegaran al José Zorrilla.
Durante este mes, tan sólo Barragán pudo ser presentado. El día 6 el jugador pasaba por el José Zorrilla para pasar el pertinente reconocimiento médico y conocer su nueva casa. Nauzet, con el nacimiento de su hija, tuvo que aplazar la presentación para unos días más tardes, mientras tanto, Héctor Font terminaba los flecos de su nuevo contrato, que le uniría por tres años a la entidad blanquivioleta.

El personaje del mes: Víctor M. FernándezLa afición se enteró el día 11 que el jugador, gran ídolo, no seguiría en el club. Un día antes lo supo el emeritense que quiso despedirse de la afición en una rueda de prensa. El jugador, segundo en la clasificación de máximo goleador en Primera del Real Valladolid, abandonaba el equipo tras nueve temporadas. El cambio generacional que quería llevar a cabo el conjunto blanquivioleta era el culpable de que el dorsal 21 dejara de llevar consigo el nombre de “Víctor”.
Pese a la vorágine de fichajes posteriores, nadie pudo, ni podrá olvidar que en junio de 2009 Víctor dejaba el club que le llevó a la fama.