Carlos Suárez ha sido rotundo. No se fichará en el mercado de invierno. El máximo responsable del Real Valladolid considera que el desembolso se hizo en verano y que el equipo está bien cubierto con estos jugadores. No se necesita nada, pero ¿debe haber salidas?. ¿Debe seguir Asier en el equipo blanquivioleta?.

Asier Arranz, para el que no lo conozca, es un canterano que debutó en la primera temporada de Mendilibar en el José Zorrilla, por aquel entonces en Segunda. Tras empezar como titular terminó desapareciendo. Entre una lesión de tobillo que se produjo el 22 de octubre durante la disputa de la jornada 9 ante el Elche y la irrupción de José Luis Capdevila, las participaciones del segoviano se redujeron considerablemente. Mendilibar desde su llegada ha confiado en este joven extremo, por eso se creyó que lo mejor para quesiguiera creciendo como futbolista era una cesión la siguiente temporada. Se buscó y se encontró un equipo interesado: el Alavés. El conjunto vitoriano, por aquel entonces en Segunda, fichó al jugador por una temporada, pero las cosas no funcionaron. De tal manera que a falta de dos meses de competición el equipo vasco y el jugador rompieron contrato, produciendo la llegada del jugador a Valladolid para entrenarse con el equipo dirigido por su gran valedor, José Luis Mendilibar.
A la siguiente temporada, la pasada, el cuerpo técnico volvió a realizar la misma operación: poner al jugador en mercado para que algún equipo, de la Liga Adelante preferentemente, se interesara por él. Y ese equipo llegó. Esta vez no fue del Norte sino del Sur. Asier se marchaba en el mes de agosto al Xerez para estar a préstamo durante una temporada.
La disputa de minutos en tierras andaluzas no fue tampoco excesiva, pero si que le hizo integrante de un Xerez histórico. El primer equipo azul que conseguía el ascenso a la máxima categoría del fútbol español.

Pese al hito conseguido por segunda vez, posee en su currículo este ascenso y el conseguido con el Real Valladolid, la temporada no fue muy exitosa individualmente. Disputó tan sólo un partido completo dentro de los 12 que jugó a lo largo de la temporada 2008/2009. El cuerpo técnico conocedor de que el segoviano no había crecido en demasía durante las dos cesiones buscó otra durante el pasado verano. Se ofreció al jugador en Segunda División, e incluso por equipos punteros de la llamada “división de bronce del fútbol español”. Pero nada. Por unas cosas o por otras Asier se tuvo que quedar en Valladolid, con ficha de primer equipo y esperando una oportunidad que sabía que sería difícil de conseguir. Día tras día ha ido a entrenar con la mayor de las ilusiones, buscando su oportunidad, su ocasión que llegó en el peor día. Llegó en el encuentro ante el Mallorca, el peor de la temporada, y se produjo también en la eliminación del equipo de la Copa del Rey. Pocas ocasiones o muchas. Según se vea. Pero escasos resultados.

Todas las ocasiones de las que ha gozado han dejado más claro aún que Asier no es hoy por hoy jugador de Primera División. Asier Arranz necesita confianza en el terreno de juego y esta se consigue con minutos en un equipo de fútbol, sea de la categoría que sea. La Segunda División B no sería un mal lugar para remontar el vuelo de una carrera que prometía.