Así es España y así son los periodistas españoles cuando narran un partido, en este caso el de la tarde-noche de ayer entre Paraguay y España. En escasos dos minutos de narración se pudo apreciar que cuando una persona se pone delante de un micrófono, dejando a un lado el “show”, por llamarlo de alguna manera, de José Antonio Camacho, la objetividad pasa desapercibida, más que nada porque en acontecimientos de esta índole no se lleva, es preferible dejarla en España que acudir con ella a Sudáfrica y así hacer de un partido de fútbol una narración de fútbol y no un circo. Gracias a este tipo de narraciones el que está en su casa de nada se puede enterar y de nadie puede aprender, porque no me cabe la menor duda que José Antonio Camacho, Guillermo Amor, J.J. Santos ó Paco González, quien ha perdido mucho en este nuevo registro periodístico, son grandes periodistas/profesionales y que saben de cómo funciona el mundo del fútbol, pero hay que ser bueno y aparentarlo, y ayer, una vez más el nivel mostrado no fue el mejor.

Todo empezó en el minuto 58. Cerca de llegar al cuarto de hora de la segunda parte, Gerard Pique cometió un clamoroso penalti sobre un jugador paraguayo. El delantero del Benfica Óscar Cardozo se disponía a poner por delante en el marcador a Paraguay, pero Casillas le detuvo la pena máxima. Y fue aquí en este lance donde se produjo la encrucijada, ¿para Casillas o falla Cardozo? Para los narradores de Telecinco es claro, Casillas hace un paradón espectacular que permite a España soñar. Tan cierto como que esta fue la opinión de los expertos de la cadena privada es cierto que el delantero paraguayo lanza el penalti sin confianza, flojo y al perímetro en que el portero cae, con toda seguridad, en caso de adivinarle el lado del lanzamiento. Y esto es algo que Justo Villar un minuto después no hizo porque el portero del Real Valladolid repelió el esférico porque el jugador del Real Madrid, Xabi Alonso, lanzó mal la segunda pena máxima que tuvo que lanzar, porque sus compañeros en su primer intento habían entrado en el área. Fue aquí donde se apreció la objetividad y el rasero, no solo de los periodistas de Telecinco, sino el estilo de todos los periodistas españoles, porque Casillas paró, pero Villar no lo hizo porque fue Xabi Alonso quién falló. "¡This is Spain!"