El Real Valladolid realiza el peor partido de esta temporada y empata en casa de una débil Ponferradina. El golazo de Javi Guerra fue igualado por Saizar tras un fallo garrafal de Javier Baraja

Un derby regional. Un partido especial era lo que muchos apuntaban que necesitaba el Real Valladolid para poder hacer olvidar los dos últimos empates y volver a ser el equipo temible y fiable que comenzó la temporada. Pero resultó que esto no era lo que el equipo necesita porque el partido terminó siendo, en muchos momentos, un despropósito y una falta de ideas del equipo de Antonio Gómez.

Cuando Melero López pitó el final de los primeros 45 minutos ambas aficiones se miraron y se extrañaron. Ninguna de ambos bandos entendía como en 45 minutos de fútbol profesional se había podido ver tan poco fútbol, tan poca intensidad de juego y ninguna ocasión de gol. La primera mitad del encuentro fue muy débil y gran parte de culpa fue por el Real Valladolid y por el planteamiento de Antonio Gómez. Los blanquivioletas, a quienes se les presuponía el peso del partido, salieron al terreno de juego de El Toralín con dos puntas y sólo un extremo puro, Sisi. Gómez se equivoca colocando a Óscar González en la banda porque el salmantino no se cansa de decir, y demostrar, que su puesto no es la banda porque desde el extremo no puede dar el último pase y ser determinante. Si a la dificultades del ‘24’ en el extremo, le sumamos que la Ponferradina detectó este punto débil del Pucela y colocó a Iván Pérez sobre Guilherme para que el brasileño no pudiera incorporarse al ataque, los de Gómez vieron muy reducidas sus posibilidades de hacer daño a la portería de un Queco Piña que no transmitió nada de seguridad a su defensa.

Con la banda izquierda anulada el Real Valladolid buscaba su juego por la derecha. Con estos problemas era cuando se vería si Sisi ‘renacía’ y volvía a ser el futbolista que era determinante en los primeros partidos de Liga. De tanta insistencia por la banda de derecha se produjo una acción que pudo cambiar el rumbo del partido. En el minuto 17 Pedro López se internó en el área pero la falta, clara, de Candela pasó inadvertida para el asistente porque el colegiado principal si que tenía intención de pitar. De ahí su movimiento de colocarse el silbato en la boca.

Javi Guerra abrió un nuevo partido
En el minuto 57 de partido Javi Guerra se inventó un golazo al alcance de pocos jugadores. El malagueño se hizo con un balón largo de Marc Valiente. Enfocó el balón hacia la portería de Queco Piña y tras recortar, majestuosamente, a su par levantó lo mínimo el esférico para que el cancerbero de la Ponferradina no se hiciera con el balón.
Con el posible ‘gol de la jornada’ el partido se abrió y este se convirtió en algo vistoso para el espectador. Con el 0-1 la Ponferradina se tenía que animar al ataque, incluso más de lo que ya lo había hecho. Y es que en el comienzo de la segunda parte quien comenzó llevando el dominio fueron los jugadores de Granero. Los huecos entre líneas que iban a dejar los bercianos servirían al Real Valladolid para crear sus ocasiones de gol y poder así, finiquitar el encuentro.

El nuevo partido de tan sólo 32 minutos fue para la Ponferradina. Los locales en el minuto 81 consiguieron empatar el partido tras perdonar dos ocasiones claras de gol. El tanto del empate llegó de una forma muy dolorosa, más que nada porque se produjo de la misma manera que anteriores partidos, tras un fallo puntual, evitable y defensivo. El mal despeje de Javier Baraja dejó el balón perfecto para que Saizar anotara su segundo gol de la temporada y el definitivo empate a uno

Álvaro Antón vuelve con fuerza
El jugador burgalés del Real Valladolid llevaba varias jornadas sin entrar en las alineaciones de Antonio Gómez. Es más, el ‘10’ del equipo llevaba dos semanas sin entrar en las convocatorias del entrenador madrileño hasta en partido en Ponferrada. Álvaro saltó al terreno de juego en el minuto 59 de partido en sustitución de Óscar para ocupar la banda izquierda y en la poco más de meda hora que estuvo en el terreno de juego se demostró que no aprovechar al ex del Recreativo de Huelva es un lujo que el Real Valladolid no se puede permitir. El lujazo de vaselina que casi termina en gol es la demostración de que hay que trabajar para recuperar a uno de los futbolistas con mayor clase del equipo.

MVP del partido: Javi Guerra