Distintas formas de ver el fútbol
La visita del Albacete tenía, por segunda vez en la temporada, la curiosidad de que el entrenador del equipo visitante vería el partido desde la grada por ser expulsado en el partido anterior. Esta vez, Antonio Calderón, fue expulsado en el duelo ante el Betis por protestas al árbitro. El gaditano era el segundo entrenador que veía el partido fuera del banquillo esta temporada porque Paco Jémez, en la primera ronda de Copa del Rey, ya tuvo que ver a sus jugadores desde la grada. Este lo vio junto a los aficionados porque quería estar más cerca de sus jugadores y poder hacer alguna indicación, de forma directa, al banquillo. En cambio, Calderón, prefirió ver el encuentro desde el palco y sin hacer indicaciones directas, tan sólo alguna por teléfono, y así esperar al descanso para hablar con sus jugadores.
Ambas formas son aceptadas y demuestran el distinto carácter de los entrenadores. Uno, Paco Jémez, en chándal y cerca de sus jugadores para sentirse uno más, y otra, la de Antonio Calderón, más serie en su vestir y en el palco, para marcar las diferencias entre cuerpo técnico y jugadores.

‘Rota’ una estadística muy positiva
Se rozaba el descanso en el Martínez Valero y por muchos foros y redes sociales se comentaba “el Real Valladolid va a llegar al primer descanso sin haber anotado un gol en la primera mitad”. Finalmente no fue así y una gran jugada de Nauzet Alemán dejaba el balón franco para el gol de Javi Guerra. Con el tanto del malagueño el Real Valladolid conseguía por séptima vez anotar, al menos un tanto, antes del descanso. Este buen dato se vino abajo en el partido ante el Albacete porque los de Antonio Gómez no consiguieron ver puerta de forma legal en la primera parte. Es cierto que Álvaro Rubio y Javi Guerra alojaron el balón dentro de la portería de Keylor Navas, pero sin la autorización del árbitro algo que resulta básico y que rompe, legalmente, una de las muchas estadísticas de este Real Valladolid.

Los años pasan para todos pero no en todo
Ocho años, y ocho temporadas deportivas con sus éxitos y, sobre todo, con sus fracasos, pasan factura en los jugadores. Y uno de los mejores ejemplos se pudo ver en la visita del Albacete al José Zorrilla. En las filas del equipo manchego había un futbolista que hace ocho años dejó el equipo blanquivioleta. Antonio López Álvarez dejó la capital del Pisuerga en al temporada 2002/2003 para marcharse al Sevilla. Tras dos temporadas y media sin éxito alguno en el equipo hispalense se marchó al Málaga, con quien descendió a Segunda, después al Castellón, más tarde al Gimnástic de Tarragona, para terminar en el Albacete la temporada pasada.
El peregrinar del madrileño no ha sido nada fácil y por ello se le ha visto mucho más mayor que cuando se marchó del José Zorrilla. Es cierto que ocho años se notan mucho y que el cambio de 22 a 30 es ostensible, pero por mucho que pasen los años en el canterano de Leganés nadie le podrá negar que el toque de su zurda sigue intacto.

Adiós a las bermudas
El cuerpo técnico del Real Valladolid, salvo Antonio Gómez que sigue fiel a su estilo ‘Guardiola’, vestía en los partidos el llamado vestuario de paseo de verano, es decir, camiseta y pantalón corto. Gonzalo Rodríguez y Javier Torres Gómez llevaban en los partidos anteriores un vestuario muy deportivo que para el encuentro ante el Albacete dejaron atrás porque el frío hizo acto de presencia en el estadio José Zorrilla. En ningún momento hacía un frío helador, algo que a lo largo de la temporada si ocurrirá, y a lo que suponemos que Gonzalo, natural de Valladolid, y Torres Gómez, histórico jugador blanquivioleta, no retaran con el retorno de las bermudas que el lunes dejaron en el vestuario.