Manucho, cedido al humilde Bucaspor turco por el Real Valladolid, quería cerrar su desastroso 2010 con un buen partido. Y tenía la oportunidad de hacerlo porque visitaba el estadio del Fenerbahçe en un partido correspondiente a la Ziraat Turkish Cup, un torneo sin presión para el angoleño y sus compañeros porque su objetivo es la permanencia en una Super Liga que tras media temporada se antoja complicada. El Fenerbahçe Şükrü Saraçoğlu Stadyumu, estadio local, es un templo con encanto para el delantero del Real Valladolid puesto que en ese mismo estadio había anotado uno de sus dos goles de esta campaña. Sin presión y en un terreno de juego que se le da bien, no sé podía pedir más para que Manucho cerrara el año 2010 con una actuación buena o aceptable. No sé pedía más porque el año del futbolista no había sido bueno pero al final de los 90 minutos la actuación del ex del Manchester fue calificada como “brillante” por algunos medios y calificada con un “10” por otros.

Al término del encuentro el Bucaspor se había impuesto al todopoderoso Fenerbahçe por 2-3. Lo había hecho porque Manucho así había querido, había impuesto ese resultado porque sobre el césped se pudo apreciar un futbolista combativo, presente en las dos áreas y con gol. Participó en el primer gol al realizar una jugada más típica de Leo Messi o Cristiano Ronaldo. El angoleño robó el balón en el centro del campo y tras una carrera y regatear a tres rivales dejó el balón, previa falta rival, en los pies de un compañero que hizo el 0-1. El empate posterior de los locales fue roto por otro gol del Bucaspor. El tanto, poco antes de llegar al descanso, se produjo tras una pared de Manucho en un gran movimiento de juego de espaladas a portería del ex del Manchester o Hull City.

El Bucaspor es un club muy humilde, tanto que vive esta temporada su debut en la máxima categoría turca, pero el Fenerbahçe es muchas cosas menos humilde. De esta superioridad patente vino el empate a dos de los compañeros del español Dani Güiza. El nuevo empate fue tan solo el preludio de la mejor presentación de Manucho esta temporada. Con el segundo gol el Fenerbahçe se vino arriba e intento dar la vuelta al marcador. Tanto fue así que a punto estuvo de conseguirlo de no ser por el angoleño. Un centro al segundo palo era rematado por el delantero centro local pero repelido por el ‘9’ del Bucaspor y el palo. De evitar el 3-2 se pasó al 2-3, que sería el resultado final. Se produciría el cambio y con el mismo protagonista. Quién había evitado el tercer tanto del equipo local anotaría el definitivo 2-3 tras una gran jugada personal definida con pierna izquierda desde un costado del área. Gol, asistencia y trabajo defensivo, un gran cúmulo de acciones que hacen que Manucho cierre el año 2010 con una sonrisa en la boca y el Bucaspor con una importante victoria que les eleva la moral para afrontar un duro pero bonito 2011.