Patxi Izco no quería riesgos al ver a su equipo en puestos de descenso y, tras destituir a José Antonio Camacho, ha contratado a José Luis Mendilibar. El entrenador vasco llega a Pamplona con el objetivo de salvar al equipo a corto plazo y dar una identidad a medio y largo plazo

379 ha tardado José Luis Mendilibar en regresar a un banquillo de fútbol. No lo hace en cualquier sitio porque lo hace en Primera división, lugar que le corresponde. Mendilibar es un gran entrenador, lo demostró en las campañas que estuvo en Valladolid, en Lanzarote y en el Eibar. Siempre que ha trabajado con confianza y tranquilidad sus equipos han tenido resultados y han cumplido los objetivos marcados, a veces, incluso con creces. Muchos podrán decir: si tan buen entrenador ¿por qué ha tardado más de un año en encontrar equipo?. Simplemente porque así lo ha querido. El vasco ha recibido varios ofrecimientos. El Sporting de Gijón fue el último pero antes que los asturianos su representante tuvo propuestas del Racing de Santander o Real Zaragoza. Incluso una llamada del Real Valladolid cuando Carlos Suárez destituyó a Antonio Gómez. Rechazó estas propuestas porque quería un club con características específicas, rasgos que el Club Atlético Osasuna cumple.

Hace poco más de un año, cuando el Real Valladolid tomó la trágica decisión de despedir a Mendilibar escribí una carta abierta al preparador vasco que hoy cumple uno de sus requisitos [VER CARTA]. En aquel escrito manifestaba que cualquier equipo que el entrenador vasco estuviera entrenando sería mi equipo al igual que mi equipo siempre sería el suyo. Mendilibar ha cumplido su parte porque sigue diariamente la actualidad del Real Valladolid y por ello, desde hoy a las 17 horas, cuando será presentado en el Reyno de Navarra, ‘La linterna de Ángel Velasco’ estará muy pendiente del devenir de Osasuna. Celebrando sus victorias y sufriendo por sus derrotas. Todo sea por aquel entrenador que nos hizo llorar de alegría tantas y tantas veces.