Javi Guerra certifica la fe blanquivioleta

Abel resino sorprendió a todos cuando ofreció el once inicial. De la titularidad se salía Jofre Mateu y entraba Sisi. Presumiblemente el técnico toledano buscaba el juego interior con el albaceteño a pierna cambiada. El cambio era ostensible pero el objetivo seguía siendo el mismo: buscar el juego por bandas y conseguir buscar a Javi Guerra. Con el juego del rival era básico intentar hilar jugadas rápidas con Óscar González, un futbolista que en el juego entre líneas podía hacer mucho daño
El plan estaba marcado y desde el primer momento se vio que Abel Resino había preparado al equipo a conciencia para el encuentro. El detalle de la salida rápida de Javi Guerra en el pitido inicial demostró que los blanquivioleta habían trabajado el partido que muchos consideraban como el más difícil hasta final de campaña. El ‘9’ blanquivioleta buscaba la presión adelantada y los extremos y Óscar le apoyaban para montar la contra rápida. No hubo suerte en los primeros minutos porque el colegiado señalo una inexistente falta de Mehdi Nafti que dejaba al tunecino solo ante Oier. Pese a la invalidez de la jugada la idea estaba captada y todo pasaba por seguir en esa línea.
El Real Valladolid comenzó mandando el partido y creando mayor sensación de peligro pero solo un tiempo. Cuando el filial culé se asentó en el terreno de juego los pupilos de Luís Enrique empezaron a desquebrajar una defensa blanquivioleta que parecía muy seguro en partidos atrás. Primero fue Edu Oriol el que llevó el “uy” a la grada y después Jonathan Soriano o Benja los que se acercaron a la puerta de Javi Jiménez. Ningún batió al riojano y los primeros 45 minutos terminaron con un Fútbol Club Barcelona superior en las ocasiones, pero sobre todo en el juego desplegado.
‘Abelina’ para cambiar la intensidad
El Real Valladolid necesitaba los tres puntos y el equipo no podía jugar como había jugado la primera parte y, sobre todo, como había competido durante los últimos 20 minutos. La charla de Abel Resino en el descanso tuvo su efecto porque tras la reanudación el equipo local saltó con una marcha más. Nauzet empezó muy enchufado, Sisi empezó a desequilibrar su banda y Óscar empezó a jugar rápido y entre los centrales.
El cambio de chip con el que los locales saltaron en la segunda parte dejó el 1-0. Un gran centro de Nauzet Alemán lo remataba Javi Guerra para hacer su vigésimo segundo tanto de la temporada. El canario, que volvía a asistir, seguía con su gran nivel de forma al provocar un penalti tan sólo siete minutos después del gol del ‘9’ blanquivioleta. Tristemente el extremo falló la pena máxima y dejó en bandeja el empate a los pupilos de Luís Enrique. Escasos tres minutos después de que el ‘7’ marrar el penalti, Baraja se introducía el balón en su portería tras un saque lateral. Del posible 2-0 se pasó al 1-1 y al Real Valladolid le costó asimilarlo.
Javi Guerra volvió a ser decisivo
Una vez más el Real Valladolid debía buscar a la heroica el tanto de la victoria. La entrada de Bacari en el terreno de juego demostraba que a los blanquivioleta no les quedaba otra para hacerse con la victoria. Pese a la entrada del canterano, la profundidad que insertó, una vez más, Jofre al equipo y la pegada que se intentó con la entrada de Álvaro Antón, fue una vez más Javi Guerra el que se erigió como el protagonista y anotó el gol de la victoria.
Por cuarta vez en los últimos dos meses el ex del Levante anotaba en los minutos finales para desequilibrar un partido que era básico para su equipo, un Real Valladolid que anda firme, con fe y con creencia en su objetivo de disputar la promoción de ascenso para la máxima categoría del fútbol español.
Imagen de 'El show del José Zorrilla'
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