El Real Valladolid se impone al Xerez tras sobreponerse al gol de Lombán al comienzo de la segunda mitad. Un gran Nauzet anota y asiste en otro partidazo suyo

Tras la victoria ante el Celta de Vigo el Real Valladolid debía seguir sumando para mantener la séptima plaza. Los resultados del día anterior y de la mañana del domingo hacían vitales los tres puntos. Para ello, Abel Resino apostaba por un centro del campo más ofensivo del habitual. La baja de Javier Baraja la cubría Jorge Alonso. Con la entrada del salmantino el Real Valladolid cambiaba parte de su estilo, pero el sistema no cambiaba, al igual que el objetivo que no era otro que mantener la racha positiva de semanas anteriores

Los de Abel Resino querían los tres puntos. Sabían que el Alcorcón había ganado y que a las 17 horas estaban fuera del ‘play-off’. Querían la victoria y desde el primer momento fueron a por ella. Un comienzo fulgurante de los blanquivioleta con juego por bandas y llegadas hasta la línea de fondo de Jofre anulaban a un Xerez muy trabajado y con grandes nombres en sus filas. Tras los cinco primeros minutos en los que el Pucela dominaba y mandaba los andaluces despertaron. Los futbolistas de Javi López cambiaron el ‘chip’ y empezaron a realizar su trabajo. Se enceraron con seguridad, marcaron al hombre a Javi Guerra y buscaron la contra.

El planteamiento del Xerez pasaba por el contragolpe y con el paso de los minutos lo fueron cumpliendo. Héctor Font y Cordero se hicieron con el manejo del balón y el Pucela empezó a sufrir. Pese a que la posesión se igualaba y que el Real Valladolid ya no era el dueño como lo era en los primeros minutos, los de Abel Resino gozaban de buenas ocasiones con la línea de mediapuntas como protagonista. En una de estas oportunidades llegó la primera polémica. Nauzet buscó el 1-0 y Llorente lo evitaba con la mano. El penalti claro no lo veía el colegiado y, de esta forma, el Real Valladolid no podía cumplir el guión que tan buen resultado le dio en Balaídos: gol desde los 11 metros poco antes del descanso.

El Xerez imita al Celta de Vigo
Si el penalti no pitado a escasos segundos del descanso evitó que el partido de hace una semana en Vigo se repitiera hasta el descanso, el Xerez se empeñó en cumplirlo en la segunda parte. A los tres minutos de la reanudación el equipo de Javi López se adelantaba en el marcador. Lo hacía como lo hicieron los gallegos. El gol de Lombán, en este caso, se produjo por un error individual del Real Valladolid. Esta vez era Javi Jiménez el que fallaba al hacer una mala salida. Al Pucela le toca reaccionar como hizo en Galicia.

El 0-1 despertó al José Zorrilla que se volcó con sus jugadores. Estos respondieron y desde el gol jerecista mandaron en el encuentro. Ocasión tras ocasión. Del minuto 50 al 90 el Real Valladolid fue el único equipo que estaba sobre el terreno de juego. El gol era cuestión de tiempo, pero para ello Abel debía añadir leña al fuego y tirar la casa por la ventana.

Sisi descubre un nuevo puesto

El Real Valladolid llegaba a la meta de Chema. Los blanquivioleta generaban sensación de peligro pero sin llegar a profundizar en la meta del equipo andaluz. Para tener más ocasiones Abel dio una vuelta de tuerca y empezó a dar entrada a jugadores del banquillo. El primero fue Sisi. El albaceteño saltaba al terreno de juego en lugar de Jorge Alonso y lo hacía para cubrir el puesto del charro sin cambiar de esquema. El cuerpo técnico quería imprimir velocidad al fútbol del equipo y lo consiguieron con Sisinio como falso acompañante de Nafti.

Con el ‘21’ sobre el verde el Pucela tuvo la misma sensación de peligro que antes pero con finalización. La velocidad del partido cambió y el equipo local golpeó mucho y muy bien. Primero fue Nauzet el que marcó tras regatear a Chema y más tarde Javi Guerra. El pichichi del equipo hacía su gol número 20 tras marcar de forma agónica en el minuto 90 a pase del hombre del partido, Nauzet Alemán. El ‘7’ blanquivioleta completaba su gran tarde para dar tres puntos vitales al Real Valladolid. Una victoria que hace mantener el puesto de ‘play-off’ y aumentar el estado psicológico del equipo y de la afición.