El Real Valladolid pierde en Tenerife y se deja una oportunidad de lujo de certificar el ‘play-off’. Nino, una vez más, se convirtió en la bestia negra blanquivioleta con dos goles

La victoria intersemanal ante el Córdoba dejaba al equipo de Abel Resino con una diferencia de seis puntos sobre sus perseguidores con tan sólo 12 puntos en juego. El colchón era bueno pero no definitivo, y estos es algo que pocos comprendieron. Antes de la disputa del partido todos contaban con los tres puntos. Los jugadores vivieron el partido acomodados, olvidando que en el bando rival estaba Nino. Sí, ese futbolista que tiene a la entidad blanquivioleta en el punto de mira temporada tras temporada

Aficionado normal, que sale de su estadio después de ver a su equipo perder con un rival teóricamente inferior. Entre el enfado y el dolor de ver perder a sus jugadores suelta automáticamente una frase, “ya ha vuelto el equipo aspirina”. La autodefensa del mundo del fútbol español para hablar de una derrota inesperada es, por lo general, el calificativo fármaco. Siempre se ha hecho y siempre se hará. Es lo sencillo. Bueno, pues amparándonos en la rutina y simpleza se puede afirmar que el Real Valladolid ha vuelto a ser el ‘equipo aspirina’. El mito que esta temporada ya se demostró en esta misma parte de la campaña vulev para sobreponerse a un gran equipo, al mejor Real Valladolid de la temporada.

Durante la primera vuelta, perder ante estos equipos estaba justificado para Abel Resino. El técnico toledano apelaba a la ansiedad pero ahora dicho no vale. El ex entrenador de Atlético de Madrid o Levante debe analizar este duro varapalo como un fallo, como algo inexplicable. Su punto de vista profesional deja a un lado el ámbito analgésico para buscar una justificación deportiva, que seguramente ande por un jugador, por un goleador, por Nino.

Nino versus Pucela: gol por partido
En el momento en que Sisi anotaba el 1-2 la victoria parecía cercana. La tendencia positiva del equipo hacia imposible pensar que un club abocado a Segunda división B y con un jugador menos podría remontar. Lo único, es que poca gente recordó que en el rival estaba Nino. El pequeño delantero, tras la marcha de Raúl al fútbol alemán, se ha convertido, de forma oficial, en el mayor verdugo del Real Valladolid.

Su velocidad, su descaro y, ante todo, su competitividad, no harían de la segunda parte un paseo para Abel y los suyos. Y desde el comienzo de los segundos 45 minutos se vio que los visitantes sufrirían ante el empuje de los locales, pero sobre todo con el del ‘9’ tinerfeño. Finalmente, y como nadie podía imaginar, Nino, que no el Tenerife, remontó el partido con dos goles.

Frenazo brusco, no parada
Los dos goles de Nino dejan al Real Valladolid en una situación complicada, pero no dura. Los futbolistas de Abel Resino siguen en ‘play-off’. La posibilidad de asegurarlos se esfuma como la de obtener el factor campo para los mismos.

Con la derrota, primera tras ocho partidos, los blanquivioleta deberán puntuar en los tres partidos que restan para así poder jugar la fase de promoción y luchar hasta el último minuto por devolver al Real Valladolid al puesto que perdió la temporada pasada.