El Real Valladolid consigue un empate en otro partido sin dueño ante el Numancia. Óscar González, Nauzet Alemán y Culebras en propia puerta anotaron para los de Abel Resino

Ante el Barcelona B los jugadores blanquivioleta hicieron buen partido. El encuentro no fue del nivel de los últimos partidos pero sí bueno, tan brillante como para que Abel Resino optara por repetir once en ‘Los Pajaritos’. Sisi volvería a jugar en banda izquierda e intentaría hacer daño con unas diagonales que al final del partido no llegaron. La conexión Óscar-Guerra seguiría como referente por el resultado y el gran entendimiento entre ambos

Primer balón para el Numancia a los seis segundos de partido y los sorianos buscaron la velocidad de Cedric. La diagonal que marcó Dimas Delgado iba a ser una constante en el equipo de Unzué. Los ‘rojillos’, conscientes de las jornadas próximas que tienen, se conformaban con el empate y plantearon los primeros 45 minutos para ello. El cuerpo técnico local colocaba a seis jugadores tras el balón y se encomendaba a la velocidad del extremo congoleño, la calidad de Barkero y el acierto de Ibrahima. El Real Valladolid, como contrapunto, intentaba hacer el fútbol de días anteriores. Le costaba mucho a los pupilos de Abel Resino hacer lo que éste les había pedido y se empezaban a desesperar.

Ni Nauzet acertaba en las jugadas a balón parado, ni Barragán conseguía doblar llevando peligro, ni Javi Guerra llevaba excesivo trabajo a los defensas sorianos. El Real Valladolid no comenzaba el partido muy enchufado pero sí con sensación de peligro. El estado de forma de los vallisoletanos asusta a los rivales y cualquier acercamiento blanquivioleta aterroriza. A escasos minutos del descanso Nauzet y Nafti hicieron temblar ‘Los Pajaritos’ con dos ocasiones que cerca estuvieron de hacer el 0-1. Finalmente no fue así y el resultado inicial permanecía tras 45 minutos de tanteo.

Óscar da comienzo a otra locura de derbi
Sí los primeros 45 minutos de partido fueron de toma de contacto entre los dos equipos, el inicio de la segunda parte fue de golpeo. El Numancia, pese a un cambio que parecía defensivo, comenzó con mucho empuje generando más ocasiones en cuatro minutos que en todos los minutos previos. El Pucela, por su parte, volvía a tener la caraja que ya había sufrido en el inicio de partido y daba muchas posibilidades a los jugadores de Unzué.

Eso sí, cuando el Numancia parecía que más cerca tenía la opción de abrir el marcador apareció la cabeza de Óscar González para dar salida al recital de goles. Un magnifico cabezazo del salmantino, a centro aún más espectacular de Nauzet Alemán, ponía el 0-1. El ‘24’ creaba el primer desequilibrio del marcador pero no ni mucho menos el último.

El empate, un mal menor para todos
Cuando un partido se convierte de ida y vuelta se puede perder y se puede ganar. El ejemplo de los dos últimos enfrentamientos entre sorianos y vallisoletanos es la mejor carta de presentación de un ‘correcalles’. La alegría del quinto tanto del canterano vallisoletano duraba poco en la parroquia blanquivioleta porque Del Pino ponía el empate tras un fallo en cadena de la defensa y Javi Jiménez.

Tras el empate volvió a llegar la ventaja violeta y el empate local. El partido no tenía un guión y del hecho de que el que más acertara se llevaría los tres puntos se pasó a que el que menos fallara se haría con el pastel de los tres puntos. Finalmente y tras unos segundos 45 minutos de verdadera locura ni uno ni otro se llevó la victoria y ambos se repartieron unos puntos que, en el caso blanquivioleta, se deberán hacer buenos el miércoles ante el Córdoba.