El futuro de Quique González, por Jesu Domínguez

Quique González durante la pasada pretemporada en el Real Valladolid
Pensar en el futuro de Quique González es pensar –a pesar de estar alejado de los focos mediáticos- en uno de los casos de más difícil resolución que tendrá que afrontar la dirección deportiva del Real Valladolid, toda vez que su cesión a la Unión Deportiva Logroñés puede calificarse de fracaso.

Un nuevo préstamo podría parecer lo más lógico. La cuestión es: ¿A qué equipo y en qué condiciones? Exigir a un equipo que le asegure una serie de partidos puede ser un arma de doble filo, ya que aunque de esa manera podría recuperar la confianza, el que juegue por decreto podría llevarle a no dar el salto competitivo que, por otra parte, debió haber dado este año.

El proyecto deportivo que se pretende para esta temporada hace que se descarte la posibilidad de que cuente con un hueco en el primer equipo del Real Valladolid a menos que no se le encuentre una salida. Ésta, según pinta el mercado, invita a pensar en una rescisión de contrato como mejor opción tanto para el propio Quique como para el Real Valladolid, ya que probablemente su caché sea mayor si cuenta con la carta de libertad que si se plantea una nueva cesión de perfil bajo. Eso sí: rescisión sí, pero a ser posible con una opción de repesca como la que, sin ir más lejos, tiene todavía el Athletic de Bilbao con Mikel Balenziaga.

Opinión de @JesuDominguez: Blanco y Violeta & Blanquivioletas.

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