Minuto cinco de la segunda parte del duelo entre el Hércules de Alicante y el Real Valladolid del pasado domingo. En ese momento se produce el primer saque de esquina para el equipo de Mandiá en los segundos 45 minutos. Carlos Cavo coge el balón y se lo coloca en posición para la ejecución. Su centro, al corazón del área, es rematado por Abel Aguilar al fondo de las mallas. ¿Fallo del Real Valladolid en la defensa o acierto del Hércules en el ataque? Depende de la opinión de cada uno. Para mí, punto positivo para el Hércules y para el entrenador herculino. Eso sí, esta vez, no la siguiente.

En el momento en que el Hércules hace el segundo tanto, de mismos rasgos que el primero, el culpable pasa a ser el Real Valladolid. Un equipo profesional puede permitir el acierto del rival una vez pero no dos. La repetición de un acierto rival viene porque éste se ha fijado en un fallo y está tocando ese punto débil, un rasgo que tú has sido incapaz de retocar o cambiar. Por lo tanto, el segundo gol del Hércules es fallo pucelano.

Rectificar es de listos
Se dice mucho que “rectificar es de sabios” pero en el fútbol hay que ir un poco más porque aquí “rectificar es de listos”. El Pucela decidió no tocar su defensa mixta a la hora defender el balón parado del líder de la categoría y lo pagó. Lo acusó como lo ha ido haciendo desde que Miroslav Djukic se hizo con el poder del banquillo pucelano. El Pucela del serbio juega bien al fútbol pero tiene su talón de Aquiles en la defensa del juego a balón parado. Ya en pretemporada los rivales remataban casi todas las ofensivas y ahora no está siendo menos. Así bien, los pucelanos deben atajar el problema que radica en las indecisiones del marcaje en zona al borde del área pequeña.

Miroslav Djukic para hacer frente a un saque de esquina divide al equipo en dos. Primero delimita la “zona crítica”, que es el área pequeña, con cinco futbolistas. Después coloca tres jugadores para marcar individualmente a determinado rivales. Si tomamos de ejemplo el último partido ante el Hércules la imagen es la siguiente.

En la imagen se puede apreciar el marcaje en zona sobre al área pequeña. Este tipo de defensa cambia mínimamente según el tipo de lanzador. Si el que pone el balón en juego es diestro, como Carlos Calvo, el jugador del segundo palo, que en este caso fue Carlos Peña, cierra la defensa. Por el contrario, si el saque de esquina lo ejecuta un zurdo, el ‘17’ pucelano abre el marcaje en zona para cubrir la trayectoria del balón.

El cuerpo técnico blanquivioleta conoce como las cualidades de su equipo. Una de ellas es la velocidad y hace uso de ella hasta para defender un saque de esquina. El técnico serbio coloca los dos extremos del equipo fuera del área con el objetivo de que inicien un contragolpe rápido cuando el equipo recupera el balón. En el momento en que Jaime se hace con el esférico busca rápidamente a uno de los dos jugadores. Ya sea Jofre o Nauzet (basándonos en el equipo ante el Hércules) comienzan un contragolpe del equipo caracterizado por la velocidad y la amplitud del campo. Es por esto que la situación de Óscar González no es muy alejada, ya que es él el que debe liderar la contra.