· Los jugadores blanquivioleta celebran el tanto de Patrick Ebert (RV.es) ·

Un golazo de Patrick Ebert en los últimos minutos de partido regala una importante victoria al Pucela. Los de Djukic improvisaron juego y cambios ante las muchas dificultades

► Un detalle técnico majestuoso de Ebert, provoca la segunda victoria visitante de la temporada

► El Pucela vivió a merced de Osasuna hasta la expulsión de Rubén, a falta de 15 minutos 

► Los visitantes terminaron con una defensa improvisada sin Valiente ni Sereno, lesionados

El deporte más maravilloso del mundo. Un juego en el que en 15 segundos todo puede cambiar. De la mejor jugada del rival en todo el partido, al tanto de la victoria. Nadie podía imaginar que el remate de Kike Sola, que salva Dani Hernández, y el consiguiente saque de esquina serían el preludio del tanto de la victoria. Como esta sucesión de hechos, muy pocos podrían calcular el nivel y la belleza de la obra de arte que el Real Valladolid gestionaba desde las botas de ‘Mágico’ y hasta el remate de Patrick Ebert. 

Si en las escuelas de entrenadores algún día se pregunta cómo se debe hacer un contragolpe, el vídeo del tanto de la victoria en Pamplona estará presente. Salida de balón limpia, relajada y con calidad de un Óscar González rodeado de rivales. Amplitud de los extremos. Balón a una de las bandas y velocidad. Aprovechando el ritmo y el pase de Óscar se dibuja el sistema para el gol. Un tanto que sólo la calidad de un futbolista como Patrick Ebert podía terminar así. Donde cualquiera imaginaba un golpeo seco y duro del ‘20’, él improvisó un toque sutil al que nada pudo hacer Andrés Fernández. 

Superando la ‘Mendilina’

Los 90 minutos del partido se pueden resumir en los últimos 12 ó, incluso, en la jugada del gol, pero hay mucho más. Hasta el tanto de Ebert, el equipo pucelano había superado dos buenos inicios de Osasuna. Benito Floro, entrenador que para muchos fue un innovador, afirmaba que los “10 ó 12 primeros minutos” de cada parte son “del entrenador”. Según su teoría en ese espacio de tiempo se podía ver qué es lo que buscaba el entrenador y lo que transmitía sobre sus jugadores. Por ello, y con el inicio de los locales, Mendilibar transmite y Osasuna tiene pundonor, pero les falta una marcha.

Esas características del equipo local se vieron durante los primeros minutos de partido y tras la reanudación. Por esos momentos, Osasuna era mejor. Tenía el esférico y generaba una constante sensación de peligro que el Pucela no podía eliminar. La famosa ‘Mendilina’ hacía efecto, una repercusión algo efervescente pero buena para el equipo local. Así, a los de Djukic les costaba entrar en el partido y en la segunda parte, aunque finalmente aprovecharon la oportunidad pamplonica.

Nerviosismo local 

Superar el primer empujón local no resultó fácil. El tiempo apremiaba y cuando el Pucela quiso llegar a la puerta de Andrés, llegaba el final de la primera parte. Así, los visitantes reducían el partido a 45 minutos, los cuales afrontarían con un cambio. Henrique Sereno ya había entrado por un renqueante Marc Valiente. La segunda parte comenzaba igual, un Pucela tímido y sin enlazar jugadas que vivía a merced del acierto de cara a puerta de Osasuna. 

De ese escaso acierto entre los tres palos local, llegaba el resquicio de ilusión blanquivioleta. Esa pequeña oportunidad tuvo su muestra a falta de cinco minutos. Con el tiempo casi cumplido y un jugador menos, Osasuna generaba su mejor jugada. Un centro lateral era rematado por Kike Sola y repelido, de forma majestuosa, por Dani Hernández. La parada del cancerbero era el comienzo de una jugada y un remate de Patrick Ebert que bien vale una de las desproporcionadas entadas del fútbol español que, hoy en día, existen. 

El segundo tanto del alemán se convertía en el premio al mejor futbolista pucelano. Un extremo que no paraba de buscar las cosquillas al lateral zurdo rojillo y que se las encontró en el tramo final para poder obtener un amplio botín. Así, de la forma más espectacular posible, se aumenta el colchón pucelano en una categoría que en Pamplona ha dado mucho al Pucela pero que en otros momentos le quitará. Ya se sabe, el deporte más maravilloso del mundo, para el que gana.

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