Cuando el Real Valladolid ha flojeado en algún momento de la temporada, el equipo ha sabido asumir los errores y luchar para solucionarlos. El primer “mal día” fue el 17 de septiembre de 2011 cuando el Real Murcia se impuso en el José Zorrilla por un contundente 1-3.

Los pupilos de Djukic firmaron su primera derrota de la temporada ante un equipo recién ascendido pero no fue algo dramático. Con ella, el equipo pudo probar la dureza de la derrota y así, hacerse más fuerte. También, cabe destacar que tras no puntuar hubo cambios en el equipo que le hicieron mejorar. Tras este partido Víctor Pérez, por ejemplo, se hizo con un sitio en el once titular y ahora es uno de los futbolistas con más minutos de la plantilla. El caso del albaceteño es un ejemplo más de que las derrotas no son sólo negativas y que con ellas, se pueden obtener aspectos positivos pero siempre desde la autocrítica, como en los días posteriores a ese 17 de septiembre de 2011.

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