“Sincera y rotundamente, no. No he vivido un cumpleaños más feliz”. Las palabras de Rubén Arranz, reconocido aficionado del Real Valladolid, sobre el ascenso de hace cinco años son claras. Casualidades del destino, José Luis Mendilibar y los suyos le tenían preparado un regalo para su cumpleaños: la fiesta del asenso por la ciudad de Valladolid. Cumplía años y “la gente me felicitaba por mi cumpleaños”, cuenta con alegría Rubén.

Pese a que ese lunes vivió un día inmejorable, todo había empezado el día anterior con la victoria en Tenerife, la cual recuerda con mucha emoción. “El partido lo empecé a escuchar en casa con mi novia pero antes de que marcase el gol Manchev salimos dirección Plaza Zorrilla, no aguantaba en casa. El segundo gol nos pilló a la altura del Hospital Militar y pegamos un grito enorme, la gente aplaudía, chillaba, los coches pitando, abrazos entre desconocidos...”. La locura se apoderó de Valladolid en un momento en el que Rubén se quitó “toda esa tensión que tenía acumulada desde que descendimos en 2004”.

Locura total 

Pese al cansancio del partido y la celebración en la Plaza Zorrilla, Rubén confiesa que “no conseguí dormir nada”. Recuerda esos momentos, ya de su cumpleaños, “nervioso y con necesidad de ver a los héroes” y finalmente llegó el momento de ir a vivirlo todo.

El momento fue irrepetible y él, como un aficionado pucelano, lo vivió con emoción por la ciudad. “Recuerdo que quedamos unos cuantos para ir juntos a la Plaza Mayor y eso fue una locura. No había visto tanto color blanquivioleta por la ciudad en mi vida”. Lo vivido tiene tintes tan emocionantes que afirma que fue “un lujo haber vivido aquello en directo”. Eso sí, no fue totalmente feliz. Hubo un desgraciado accidente que Rubén no olvida.

Palabras para Antonio Aragoneses 

Como todos los aficionados pucelanos Rubén recuerda el accidente de Antonio Aragoneses en la celebración del ascenso. Para Rubén “todo eso dejó en un segundo plano el ascenso”. Aquel día cambió el pensamiento del aficionado pucelano que confiesa que “Antonio me ha llegado al corazón”.

Rubén va más allá en el recuerdo hacia Antonio y afirma que “hay mucha gente como yo, que gracias a su lucha, su esfuerzo y como él dice ¡Sus dos huevos! vemos la vida de otra forma”. Las palabras que Rubén ha querido tener el recordar este partido son el sentir de todos los que llevan el Real Valladolid en el corazón. Todos estamos con Antonio y desde aquí también va nuestro homenaje.

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