El pasado domingo, 18 de febrero de 2007, en el partido Polideportivo Ejido – Real Valladolid vi uno de los mejores goles que recuerdo, un disparo desde 30 metros que se alojo por toda la escuadra de la portería de Kike.

Si este gol tiene algún defecto ese fue su autor: Álvaro Rubio, un jugador de la cantera del Zaragoza que tiene el problema de haber nacido en Logroño y no en Río de Janeiro o en Buenos Aires, de jugar en el Real Valladolid y no en el Barcelona o en el Real Madrid.

Si queremos reconocimiento para todos, esta es una buena forma de hacerlo porque creo que todos estamos hartos de que en los telediarios saquen imágenes de goles en la liga brasileña o peleas en la liga ecuatoriana y no golazos como este de la segunda división española, porque los hay y muchos.

El no reconocer lo que realizan gente de este país es típico de la España en la que vivimos, preocupados más por lo que ocurre en otro país que en el nuestro propio, España.