Pedro López deja el Real Valladolid tras seis temporadas a un gran nivel y tras hacer del lateral derecho su casa. 172 partidos con la camiseta blanquivioleta demuestran la sinceridad de sus palabras al llegar al estadio José Zorrilla

“Vengo a dejarme la piel por el Real Valladolid”. Las palabras de Pedro López, un joven lateral derecho que llegada de debutar en ‘Intertoto’ con el Valencia de David Villa o Patrick Kluivert, llegaron al corazón de los aficionados blanquivioletas. Tras dos temporadas de fracasos, el aficionado vallisoletano necesitaba gente de carácter. Urgían futbolistas como Pedro López demostraba ser en su presentación.

Ahora, tras más de 170 encuentros y seis temporadas a nadie la cabe la duda de que el lateral valenciano dijo la verdad y sus sentimientos cuando Carlos Suárez y José Luís Pérez Caminero lo presentaron. Y todo esto pese a que su primera temporada en Valladolid no fue fácil. Marcos Alonso, entrenador del equipo en la campaña 2005/2006, apostó más por Javier Baraja como lateral que por el valenciano. El tiempo corrió a favor del ‘16’ que con trabajo y esmero se hizo con un puesto en el once titular la siguiente temporada. De la mano de José Luís Mendilibar el ex del Racing de Santander fue el amo y señor del carril del ‘2’. Cuando el entrenador de Zaldívar daba las alineaciones nadie jamás dudó de que Pedro fuera de la partida.

Ni jugadores del nivel de Antonio Barragán o de la confianza de Dani Cifuentes hicieron que Mendilibar se replanteara el asunto. Tres temporadas completas con el actual entrenador de Osasuna y un seguro en el lateral derecho. Pese a que el valenciano carecía de algunos movimientos defensivos, su gran juego de medio campo hacia arriba no pasaba desapercibido y menos tras el 23 de septiembre de 2007. Aquel día un gol del lateral dio la vuelta al mundo. Su zapatazo, desde más de 30 metros, se coló por la escuadra de un incrédulo Iker Casillas. La sorpresa duró un año. Perduró hasta que la volvió a hacer. Esta vez el rival era otro pero el gol, otra vez de gran belleza. El 14 de diciembre de 2008 y en la visita del Deportivo de la Coruña, Pedro anotó uno de los goles del año. Su recepción a unos 40 metros terminó en una parábola perfecta sobre Aranzubía, que se coló por la escudara de la portería gallega.

Dos temporadas y dos golazos que hacían del lateral un sueño para varios equipos. Finalmente la confianza de Mendilibar y la tranquilidad familiar de Valladolid provocaron que el de Torrent no abandonara la disciplina blanquivioleta.

El tiempo y, sobre todo, los malos resultados terminaron con José Luís Mendilibar fuera de Valladolid. Pese a las tres temporadas y media que compartieron y el 80% de partidos disputados, Pedro López siguió siendo básico en plena vorágine de entrenadores en el equipo pucelano. Fue titular con Onésimo, lo fue también con Javier Clemente. No fue menos con Antonio Gómez en la ‘Liga adelante’ e incluso lo fue con Abel Resino en el comienzo de éste como entrenador blanquivioleta. La titularidad con todos los entrenadores de la era post-Mendilibar demostraban las cualidades del jugador por encima de la ley de la leyenda de la ‘vieja escuela’ que promovían algunos por Valladolid.

Pedro López, salvo con Marcos Alonso, ha sido titular para todos los entrenadores con los que ha coincidido en el Real Valladolid. Sólo cambia el guión con el último, con Abel Resino. El ex del Atlético de Madrid confió en él pero el tiempo le hizo cambiar de opinión. El gran estado de forma de Antonio Barragán pudo con la confianza del cuerpo técnico, e hizo del periplo de Pedro un mal final a una estancia perfecta. A Valladolid llegó un jugador con dudas y mucho por crecer y se va un lateral formado y muy preparado para competir en la mejor liga del mundo.