Un gol del bosnio en el minuto 90 de partido da la tercera victoria de la temporada a un Real Valladolid que buscó el segundo gol toda la segunda parte. Nivaldo, con el tanto del empate, y Diego Costa destacados del conjunto blanquivioleta.

El equipo de Mendilibar necesitaba una victoria para afrontar el periodo vacacional con la mejor de las caras, y lo consiguió. Los tres puntos que tanto se habían resistido en partidos como ante el Sevilla, Xerez, Tenerife o Málaga se consiguieron ante el Sporting de Gijón. Y se consiguió de la manera que mejor sabe a todos y cada uno de los aficionados, en el último minuto y de golazo. Con estas dos características sólo puede haber un jugador en el plantel capaz de anotarlo: Haris Medunjanin. El bosnio consigue su tercer gol en esta campaña de una manera muy parecida a los dos anteriores, en el tiempo de descuento y de bella factura. Con la salvedad de que este tanto costó dos claves e importantes puntos en la marca del equipo.

Tras el empate ante el Málaga los jugadores blanquivioletas saltaron al terreno de juego sabiendo que una victoria les daba la tranquilidad de afrontar la Navidad en la mitad de la tabla. Una derrota, por el contrario, les metía abajo sin llegar a entrar en puestos de descenso. Las dos posibilidades provocaron que el Real Valladolid comenzara el partido mandado en el juego y en las ocasiones, un disparo de Diego Costa en el minuto tres, que se marchó alto, fue un ejemplo de las intenciones de los locales.
Dominio y ocasiones blanquivioletas que no se refrendaban en gol. En cambio, en la otra área el Sporting de Gijón gozó de una ocasión y la marcó. Disparo de falta de José Ángel, rebota en la barrera y Luis Morán fusila a Justo Villar. Minuto 13 y los visitantes por delante en el marcador sin hacer casi nada. Con el partido de cara los de Preciado gozaron de los que serían sus mejores minutos: dominio, juego y superioridad en el centro del campo, pero esta vez fue el Real Valladolid quién marcó. Anotó como lo hicieran los rojiblancos: de manera injusta por el juego de los últimos minutos y a balón parado. Canobbio pone en juego una falta, Diego Costa en segundo palo pone el balón en el punto de penalti. La entrada en plancha de Nivaldo hacía las tablas y el delirio en la grada. El José Zorrilla se venía arriba para animar a su equipo y entre ambos conseguir la tercera victoria de la temporada.

Del tercer tanto de Nivaldo en esta campaña al descanso más dominio del equipo local, pero mismo resultado. Los visitantes vivían de su gol y esperaban a la segunda parte y a las permutas, para intentar buscar el gol en una portería condicionada por una importante placa de hielo.

Mayor igualdad tras el descanso
Si en la primera parte el conjunto blanquivioleta había dominado y había sido superior la segunda fue un continuo golpes de uno a otro. Ambos entrenador tiene vocación ofensiva y lo demostraron en la segunda parte. También es cierto que no de la misma manera, por el hecho de jugar en casa o por el de los puntos, Mendilibar tardó en hacer permutas y cuando las hizo fueron de clara vocación ofensiva. En cambio, Preciado daba por bueno el punto y realizaba permutas defensivas, se marchaba Barral, único delantero centro del equipo, y Diego Castro para dar entrada a Maldonado, segundo delantero que se uniría a De las Cuevas en la segunda línea ofensiva, y Matabuena, jugador de corte defensivo que resultaría protagonista negativo del partido.
Con el once inicial en el campo el Sporting gozó de dos grandes ocasiones para ponerse por delante. Si la oportunidad de Diego Castro es clara, la de Michel Ladera no lo es menos. El canterano falló a boca de gol un tanto que recordará tiempo y del cual espera no tener que acordarse a final de temporada.
El dominio fue repartido y si los visitantes gozaron de dos ocasiones claras los locales no fueron menos, un disparo de Álvaro Rubio que se fue alto y un par de jugadas personales de Diego Costa, fueron el bagaje resumido del equipo pucelano en los segundos 45 minutos.

La entrada de Medunjanin, decisiva otra vez
En el minuto 78 de partido Mendilibar dio entrada al jugador bosnio en lugar de Fabián Canobbio. El uruguayo, muy intermitente en sus participaciones, cuajó un partido aceptable, con grandes ocasiones, sobre todo a balón parado. Todo lo hecho por el “20” blanquivioleta se olvidó en el minuto 91 cuando un pase largo de Alberto Bueno fue mal interceptado por Matabuena. El rechace le cayó a Haris Medunjanin que en el último cuarto de campo encaró a los rivales; driblo a José Ángel, luego a Rivera, miró a Juan Pablo y colocó el balón en su izquierda. Golazo y delirio en la grada. Último minuto y el Real Valladolid estaba al borde de conseguir tres puntos importantes.
La afición necesitaba esta victoria, por ello celebró como el tercer gol la falta que en el último minuto Rivera mandó a la barrera blanquivoleta.
Tres puntos, decimoprimero puesto de la Liga BBVA y Navidad. Más no se podía pedir, ni más se podía dar.