Noviembre, el mes de la eliminación en la Copa del Rey. Pese a que el equipo disputó cuatro partidos correspondientes al campeonato regular de Liga, el penúltimo mes del año 2009 es recordado por el enésimo fracaso del Real Valladolid en la isla de Mallorca. Esta vez con la eliminación de Copa.

El equipo de Mendilibar llegaba a la cita del día 11 con una renta mínima, se impuso en el partido de ida por dos tantos a uno. Y la perdió. El equipo de Manzano hizo bueno el gol de Keita para pasar de eliminatoria dejando al equipo de Pucela en la cuneta. El partido termino con 1-0 pero pudo ser peor. Ya lo dijo Mendilibar, “cuando el mejor del equipo es el portero, malo”. Y fue así. Fabricio, portero de la Copa, realizo un encuentro magnifico, fue el mejor del partido porque llegó incluso a detener un penalti de Julio Álvarez. Cualquier eliminación sienta mal, pero si es en primer ronda, tras haber disputado un buen primer partido y desperdiciar una renta, pequeña si, pero renta. Sienta mucho peor.

Se supone que la eliminación hizo daño en el equipo. Tras el partido en Mallorca el equipo realizó un mal partido en Villarreal, para perder por tres tantos a uno. Lo peor estaba por llegar, se empató en casa ante el Tenerife. Ni mucho menos es desprestigiar al equipo de Oltra, pero si hay que destacar que los de Mendilibar tiraron por la borda una renta de tres goles. Un punto que de ser por un poco más de orden y concentración hubieran sido tres. Estos dos puntos perdidos no son tan dolorosos si se tiene en cuenta que en este mismo mes el equipo había cosechado un punto en el último minuto en el estadio del Espanyol. Tras su golazo al Deportivo, Medunjanin volvió a ser el protagonista. Un disparo suyo en el descuento del encuentro en Cornellá-El Prat daba un empate de oro y merecido a un Real Valladolid que siete días más tarde volvía a empatar. Esta vez en casa ante el Xerez. El partido ante el colista de la Liga será recordado por su pesadez y pocas ocasiones de gol hasta que las prisas y nervios hicieron del Real Valladolid un arma que casi consigue el gol y la victoria.

Cuatro encuentros y tres puntos. Pobre bagaje que dejaba en el Real Valladolid un nuevo sistema de juego. Desde el partido de Tenerife el equipo blanquivioleta comenzaba a jugar con dos delanteros centros, hecho que con Mendilibar no se dio más que en una ocasión. El 7 de mayo de 2008 en el estadio de La Cartuja ante el Betis. Aquel día fueron Joseba Llorente y Ogbeche, ahora son Manucho y Diego Costa. Ambos llevaban desde su llegada pidiendo jugar justos, los dos se veían capaces de destacar más con el otro en el campo. En su primera aparición lo fue porque el equipo anotó tres goles pero se perdió presión en la salida de balón por parte del rival. Nada que con entrenamientos y partidos no se arregle.

El personaje del mes: Diego CostaEl jugador procedente del Atlético de Madrid se ha ganado a todos en los meses que lleva en el José Zorrilla. Llegó con la vitola de problemático y con el cartel de suplente, Bueno y Manucho contaban, en un principio, con más posibilidades de jugar en punta de ataque. Pero desde el primer día se quiso quitar ambos adjetivos. Tras el partido ante el Valencia y ante el Zaragoza se vio que estábamos ante un jugador con desborde, calidad, y saber estar entre la defensa rival, pero le faltaba gol. El olfato goleador era algo que no le preocupaba al propio jugador, él sabía que llegaría. Y llegó en Noviembre. En este mes anotó tres goles, uno al Villarreal en el Madrigal y otros dos al Tenerife en casa.
Goles a parte, el peligro que lleva el brasileño en sus continuas caídas a banda le hacen un peligro. Dará que hablar, aunque no se en el Real Valladolid.