Jesús Rueda volverá al Real Valladolid. Esta es la noticia oficial que el conjunto pucelano comunicó el pasado sábado. El pacense, que se encuentra cedido en el Córdoba, supo pocos días antes de que se hiciera pública la noticia, que tras la gran temporada que ha realizado de la mano de Lucas Alcaraz, está llamado a ser la referencia en el Real Valladolid, su club, de cara a la próxima temporada. Su gran temporada en Segunda, donde ha sido fijo hasta que hace dos meses se daño la rodilla en un salto con Emaná, como ya le pasó a Álvaro Antón el año pasado, ha contribuido al aumento del contrato, pero no nos engañemos, el hecho de que Borja haya rechazado la oferta de renovación también ha contribuido al regreso del canterano. El gallego y el canterano violeta poseen unas características físicas parecidas, y ya sea en Primera o en Segunda, el corte de ambos es necesario.

Si hacemos caso de todo lo acontecido estos últimos días, este verano en el Real Valladolid habrá una “limpieza” de vestuario, que terminará con muchos jugadores fuera de las oficinas a la que, incluso llegaron hace menos de un año. Por esto, es entendible que Jesús Rueda tendrá minutos en el primer equipo, y al igual que él, Carlos Lázaro. El otro jugador de centro del campo canterano, que ha debutado en los últimos meses en el Real Valladolid tiene ficha segura para la próxima temporada. Tras su debut en el Sardinero el 17 de enero de este año, el olmedano ha sido un fijo en las alineaciones, tanto de Mendilibar como de Onésimo, y no por nada, sino porque su rendimiento ha sido excelente. El joven jugador nacido en 1990, y el un poco más veterano de 1887, tienen sitio fijo para la próxima temporada en el Real Valladolid.

Está claro que la situación económica del equipo blanquivioleta no es la mejor, como la lleva siendo desde hace varios años, incluso décadas, por lo que buscar en el Promesas no es una mala idea, más si cabe que cuando estos jugadores, tanto Lázaro como Rueda, han tenido la oportunidad, han brillado a un alto nivel. Ahora, cuando termine la temporada, sea con el final que sea, el club deberá buscar dentro o fuera de la ciudad, o incluso del vestuario, futbolistas comprometidos. Jugadores que rodeen este centro del campo con futuro y propio de calidad, pero lo que es más importante, de ganas de hacer crecer al Real Valladolid año a año. Porque todos serán comandados por dos jugadores, que como decía Leo Harlem este verano, de sangre blanquivioleta.