El Real Valladolid no está bien, eso a nadie se le escapa, pero los de Abel Resino tienen en la mano la posibilidad de encadenar una serie de resultados que le hagan cambiar la tendencia decreciente que vive el club. Se tiene la posibilidad porque el calendario lo permite. En estos cuatro últimos partidos de la primera vuelta, los blanquivioleta disputan partidos ante equipos que se encuentran por debajo de ellos y eso debe motivar a unos jugadores muy necesitados de autoestima.

Los de Abel Resino jugarán de forma consecutiva ante último y penúltimo clasificado. Este próximo domingo reciben al Tenerife mientras que el siguiente fin de semana viajan a Tarragona para rendir visita al Nastic de Juan Carlos Oliva. No hace falta decir que la obligación de los jugadores pasa por la consecución de los seis puntos. De no ganar ambos encuentros el equipo se situaría en una peor situación y el estado de nervios de la afición se extendería aún más. De no obtener los seis puntos ante tinerfeños y catalanes los de Abel tendrían otra doble oportunidad ante equipos de perfil bajo, Huesca y Alcorcón. Con esto se hace alusión a que la presencia de los de Anquela y Onésimo en los puestos bajos era previsible, todo lo contrario que con Nastic o Tenerife, que estaban creados para ascender, sobre todo el segundo de ellos que manteniendo a todas sus estrellas vive la misma tendencia que la temporada pasada. La de Huesca y Alcorcón sería una segunda oportunidad pero quizás la última de unirse a los puesto altos de la ‘Liga adelante’ y de enorgullecer a una afición dolida por todo lo ocurrido la pasada campaña y el comienzo de esta.

Tenerife en el José Zorrilla, Nastic de Tarragona en el Nou Stadi, Huesca en el feudo blanquivioleta y Alcorcón en Santo Domingo forman, junto a la visita al Villarreal B, el mes de enero del Real Valladolid, un tiempo que debe servir para que los de Abel Resino se unan a los puestos altos de la clasificación. De no ser así, el proyecto del Real Valladolid de la temporada 2010/2011 habrá llegado a su fin y el club deberá luchar por cotas bajas y de nula ilusión para la parroquia blanquivioleta.