El 2 de febrero de 2010 el Real Valladolid comenzaba una nueva época. A comienzos del nuevo año Carlos Suárez cesaba a José Luis Mendilibar para dar el puesto a Onésimo Sánchez. El vallisoletano duró tan sólo unas jornadas en el cargo. Los malísimos resultados le sacaron del banquillo tan sólo dos meses después de haber llegado con toda la ilusión posible. De un novato Suárez pasó a un experimentado, queriendo un golpe de efecto. El elegido fue Javier Clemente, quién llegó al José Zorrilla para intentar una machada que cerca estuvo de conseguir. Finalmente con el equipo en la ‘Liga adelante’ el Real Valladolid decidió arriesgar con otro novato. Un nuevo entrenador inexperto se hacía con las riendas del equipo, Antonio Gómez. Las horas de trabajo y las pruebas físicas a los jugadores le han hecho ser respetado pero su mala relación con la prensa y sus extraños cambios de opinión acerca de las convocatorias le han matado.

En 10 meses, que van desde el 2 de febrero, día de la salida de Mendilibar, hasta el 30 de noviembre, día de la destitución de Antonio Gómez, el banquillo del Real Valladolid ha sido ocupado por cuatro entrenadores, por cuatro perfiles muy distintos: dos entrenadores aguerridos con las ideas claras y otros dos nuevos en este mundo con lagunas importantes. Ahora, con la búsqueda del quinto entrenador en el año 2010, la pregunta es clara, ¿qué tipo de entrenador llegará al José Zorrilla?. Eso si, sin poder preguntar ¿qué tipo de entrenador se busca?, porque a este ritmo ya se han tocado todos los posibles.