El Real Valladolid tira de épica para ganar en Huelva tras jugar 48 minutos con un jugador menos. Javi Guerra vuelve a mostrar su peso en el juego ofensivo

Abel Resino hacia saltar las alarmas con el once inicial en el Nuevo Colombino. La entrada de Nafti, Baraja y Jordi sorprendía a propios y a extraños. La enésima revolución del toledano daba miedo, en un principio, pero resultaba productiva tras los 90 minutos porque el Real Valladolid volvía a ganar fuera de casa tras cinco meses. Lo hacía tirando de épica porque en el minuto 43 Óscar era expulsado por cometer una acción infantil. Pese al fallo del salmantino el equipo se repuso, jugó sus mejores momentos de la era Abel y aguantó unos últimos minutos finales de infarto

Había que hacer otra revolución. Las bajas del equipo y la mala imagen de las últimas jornadas hacían que Abel llevara una nueva revolución en el equipo. Era esperada pero no de la forma tan abultada como se dio finalmente. Nafti y Baraja, dos jugadores fuera de forma, era titulares en el centro del campo. Ambos, jugadores muy físicos necesitan de un buen tono para rendir defensivamente. Pese a no estar en su mejor momento físico desde el primer momento se notó que con su presencia el equipo mostraba mucha más personalidad. El Real Valladolid encajaba los primeros golpes del partido en forma de acercamientos del rival. Era un paso porque en otros partidos no había sido así ya que con los primeros acercamientos el equipo mostraba mucha fragilidad.

Los de Abel encajaban los golpes y se animaban al ataque. Comandados por Óscar González los blanquivioletas generaban dos ocasiones importantes. El Real Valladolid estaba en Huelva y no iba de paso como en jornadas atrás. Tenía ganas y confianza en obtener tres puntos de oro.

Al estilo del mítico Helenio Herrera
El mítico entrenador argentino afirmaba que “al fútbol se juega mejor con 10 que con 11”. Su histórica apreciación tiene detractores y admiradores y Abel pasa a ser del segundo grupo tras su visita a Huelva. Con la expulsión de Óscar González el equipo cambió el chip y fue un conjunto con confianza, con seguridad y con grandes ocasiones. Más aún cuando Javi Guerra remachaba un centro de Nauzet Alemán. Con el nuevo tanto del pichichi blanquivioleta los ‘rojos’ se crecieron y los ‘blanquiazules’ se pusieron muy nerviosos. Llegaban a la portería rival pero en el último momento no mostraban ese punto de fortuna necesario. Tan cierto como que Dani o Aaron no tuvieron la ‘suerte futbolística’ de jornadas atrás es verdad que la actuación de Justo Villar, repeliendo hasta tres remates andaluces, y Jordi y Juanito, liderando el aspecto defensivo, ayudó y bastante para la segunda victoria de Abel resino como entrenador blanquivioleta.

Abel implanta lo que no pudo Clemente
El Recreativo, que vive un gran momento, se acobardó con el 0-1 y no supo hacer el fútbol seguro que venía realizando y que, una semana antes, le hizo ganar en el estadio del Real Betis. Ese ‘otro fútbol’ que tanto comentaba Javier Clemente el año pasado si que lo realizó el Real Valladolid en Huelva. Tras el tanto de Javi Guerra los vallisoletanos se mostraron seguros, sin fisuras. Aseguraban la puerta de Justo Villar y esperaban a la contra para explotar la velocidad de los extremos y las grandes incorporaciones de unos laterales muy activos.

El plan salió bien porque el Real Valladolid rompió tres malas rachas en un solo día: consiguió romper la mala racha de resultadas a la vez que anotaba un gol fuera de casa cuatro meses después y ganaba lejos del José Zorrilla tras casi medio año. Buenas rupturas y mejores tres puntos.