Si el Real Valladolid tiene en el mes de abril opciones reales de retornar a la máxima categoría del fútbol español es gracias a la ‘Premier League’. ‘La Liga de fútbol profesional’ dictaminó el pasado verano que para ascender desde la campaña 2010/2001 en adelante los equipos comprendidos entre el tercer y el sexto puesto realizarían una serie de eliminatorias a doble partido. El campeón de estas dos rondas ascendería junto a los dos primeros conjuntos, los cuales lo harían de forma directa.

Esta novedosa medida da muchas posibilidades, pero también las quita. Equipos que han estado toda la temporada alternando los tres primeros puestos de la tabla pueden verse en el mes de julio en la ‘Liga adelante’. Por el contrario, equipos que han estado deambulando por la zona media pueden encadenar una buena racha en el tramo final, entrar en el play-off y, continuando con la dinámica positiva, ascender a la máxima categoría. Polos tan opuestos como posibles.

La última de estas opciones, la de más éxito, es la que la pasada temporada vivió el Blackpool inglés. El equipo de Ian Holloway estuvo casi todo el campeonato rozando los puestos altos de la clasificación pero sin ser uno de los dos primeros. Finalmente se coló con mucho sufrimiento en la zona de ‘play-off’. Ya en la muerte súbita no dio opción a sus rivales y se convirtió en equipo Premier.

Pese a que el equipo naranja no vive su mejor momento en la máxima categoría del fútbol inglés (sólo un punto por encima del descenso), el Real Valladolid quiere copiar su guión un año después. Los futbolistas de Abel Resino trabajan para que el próximo mes de junio la temporada se alargue durante cuatro partidos más. Confían en si mismos y lo hacen sabiendo que la temporada no termina en el duelo de Vigo. Como diría Mendilibar: “el encuentro ante el Celta es importante pero no vital”. Si los blanquivioleta ganan darán un paso importante pero si pierden no darán la campaña por cerrada. No lo harán como tampoco lo hizo el Blackpool la temporada pasada en una situación más delicada. A tres jornadas para el final recibieron una dolorosa derrota ante el Newcastle que les alejó de la sexta plaza. Pese a ello, siguieron trabajando hasta el último minuto, y fue allí donde un gol de Charlie Adam les dio la gloria. Esa satisfacción que el Real Valladolid buscará en el mes de julio y con la que la afición sueña.

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