Seguridad pucelana en el momento idóneo
Muchos meses llevaba el Real Valladolid y su afición esperando el partido ante el Elche. Tras ver que Rayo Vallecano y Betis estaban un paso por delante, todos empezaron a marcarse el ‘play-off’ como el verdadero objetivo del club pucelano. La cita no dejaría indiferente a nadie y la afición respondía. Desde el partido ante el Alcorcón, las taquillas del José Zorrilla vivieron un ritmo frenético. Nadie se quería perder la cita. Finalmente la campaña tuvo su efecto y 21.812 almas blanquivioleta no aflojaban y daban su apoyo al equipo
Hasta el sorteo de campo, el Elche y el Real Valladolid estaban en igualdad de condiciones. Tras ello, el equipo local fue infinitamente superior al ilicitano. Desde el primer balón, desde la primera posesión, el Real Valladolid fue el amo y señor del partido. Los de Pepe Bordalás no querían el balón. No buscaban generar ocasiones. El tercer clasificado de la liga regular planteaba el partido con el único objetivo de no encajar y poder encontrar algún contragolpe con la movilidad de Ángel y la calidad de Kike Mateo.
Los de Abel Resino salieron con una idea diferente. El planteamiento era distinto al del rival pero igual al de los últimos partidos vallisoletanos. Juego por bandas, intensidad defensiva y Javi Guerra. El juego blanquivioleta se seguía basando en el ariete malagueño. El ‘9’, muy motivado en el partido, comenzaba con ganas. Era consciente de que las posibilidades del equipo pasaban por él.
Patente superioridad sin éxito en el marcador
Este ímpetu del máximo goleador del equipo se apreciaba desde el primer momento. El ex del Levante buscaba marcar su vigésimo noveno gol de la temporada y lo hacía de una forma distinta a los últimos partidos. Se asociaba más y corría como nunca lo había hecho con la camiseta blanquivioleta. El mejor Javi Guerra llegaba en el momento más importante de la temporada.
En un partido que casi no tenía vuelta de hoja, Guerra se erigió como el líder desde el pitido inicial. En el minuto 10 ya generaba su primera ocasión. Su intensidad y presión casi le costaban caras al Elche en los primeros 45 minutos. La mala suerte de cara a portería del bando blanquivioleta fue lo único que dejó el marcador a cero después de un primer tiempo en que los jugadores de Abel Resino desplegaron un gran fútbol.
¡¡Y llegó la justicia!!
El Real Valladolid había sido superior: había tenido más ocasiones, había lanzado más saques de esquina y había tenido mucha más posesión. La superioridad era total, sólo faltaba el gol. Era patente que el Elche no tenía posibilidades pero Bordalás se conformó. Defendió su planteamiento cuando en el descanso no cambió el planteamiento. Con todo y con esto, era de esperar que el Real Valladolid se adelantase. Mucho debía cambiar el partido para que los blanquivioleta no consiguieran renta para el partido del Martínez Valero.
Era cuestión de tiempo que el Real Valladolid se adelantara en el marcador. Era cuestión de tiempo que Javi Guerra hiciera su primer gol de la fase de ascenso. Y en concreto fueron 15 minutos lo que el ‘9’ pucelano necesitó para abrir la lata y dar justicia al juego desplegado. El 1-0 desató el buen juego del Pucela que rozó el segundo tanto. Finalmente ese gol no llegó, pero las sensaciones de juego del equipo de Abel fueron para esperar, con certeza, a que éste tanto llegará en el Martínez Valero.
Imagen de 'Norte de Castilla'
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