Un triangular ganado para aumentar rodaje

El rodaje del Real Valladolid de Miroslav Djukic continúa su camino. Esta vez ha sido merced a un triangular ante dos equipos vecinos. El Zamora de Segunda división B y el Atlético Tordesillas de una categoría más baja, Tercera.

Para afrontar ambos encuentros, los dos de 45 minutos, el nuevo cuerpo técnico blanquivioleta decidió hacerlo con la misma idea del debut de pretemporada: dos equipos radicalmente opuestos para cada uno de los partidos. Partiendo de sensaciones del encuentro anterior, Djukic decidió otorgar el rival de mayor envergadura al primero de los dos equipos que jugó en Íscar. El segundo, con gran parte de jugadores en ‘revalida’, competiría ante el equipo de menor categoría.

Empate y victoria en penaltis ante el Zamora
Para el debut del Real Valladolid en este triangular en el campo de Las Salinas, Djukic dispuso un once con un sólo cambio en relación al de los primeros 45 minutos del duelo ante el Íscar de dos días atrás. El jugador del Promesas, recién llegado del Costa Cálida, Sergio Blázquez, más conocido como Tekio, sustituía a Barragán aún convaleciente de una sobrecarga muscular. Con todo esto el once era el siguiente. Jaime en portería. La defensa la formaron el ya mencionado Tekio junto a Marc Valiente, Raúl Navas y Pablo Gómez. El doble pivote era para Nafti y Álvaro Rubio. Por su parte, la línea de tres media puntas de un claro 4-2-3-1 era para Jofre, Sisi y Óscar González. El ‘9’ y la responsabilidad del gol residía en el ‘Torito’ Aquino.

El once con más jugadores con vitola de ‘titular’ no carburó en ningún momento. Si hace dos días fue este once el que mejores sensaciones dio, ahora no se puede afirmar lo mismo. El desgaste físico hizo daño al Real Valladolid que no consiguió enlazar ocasiones de gol. Pese a que sobre el terreno de juego estaban jugadores de la calidad de Álvaro Rubio, Óscar González o Sisi, el equipo no intimido la portería rival. La poca claridad de ideas del bando blanquivioleta, el que debía llevar la inactiva del juego, terminó por llevar el empate tras los 45 minutos de fútbol.

Con el resultado inicial en el modesto marcador del terreno de juego de Tordesillas llegó el momento de decidir al ganador en la tanda de penaltis. Y fue aquí donde surgió el protagonismo del nuevo cancerbero blanquivioleta, Jaime Jiménez. El ex portero del Elche paró dos penas máximas y dio la victoria al equipo de Djukic. Se la dio porque los compañeros tampoco estuvieron finos. Por parte pucelana consiguieron anotar Aquino y Jofre pero fallaron Álvaro Rubio y Sisi. El acierto del nuevo arquero pucelano unido a los fallos del Zamora, que desaprovechó cuatro lanzamientos de cinco, dieron la victoria al bando blanquivioleta. Una victoria sin alardes pero una victoria al fin y al cabo que dejaba en la mano del segundo once del Pucela la opción de ganar el triangular.

Un golazo para eliminar el cansacio físico
Para el segundo partido ante el Atlético Tordesillas, el rival teóricamente más débil y que resultaba ser el encuentro definitorio, Djukic dispuso el mismo once de la segunda parte en Íscar salvo el cambio de cancerbero. El dibujo cambiaba en relación a la primera parte y buscaba mayor protagonismo del centro del campo. Dicho once finalmente lo formaban los siguientes: Ion Villanueva en puerta para debutar con la camiseta blanquivioleta. La defensa era para Felipe, Jesús Rueda, Juanito y Carlos Peña. El centro del campo por su parte lo formaban Fran No, Jorge Alonso y un Víctor Pérez que otra vez enlazaba el juego de ataque y defensa. Las bandas, intercambiables por idea, las lideraban Marquitos y Quique. La punta volvía a ser para Alberto Bueno.

Pese a los muchos cambios que dispuso Miroslav Djukic el juego del Real Valladolid fue el mismo que en los primeros 45 minutos. Los once jugadores pucelanos notaban el cansancio y no conseguían enlazar el juego de transición rápida que busca Djukic en esta nueva andadura. Tan sólo una jugada individual o detalle de calidad marcaría el partido y el torneo. Dicho destello llegó y lo hizo de la pierna derecha del salmantino Jorge Alonso. El ex del Salamanca lanzó de forma majestuosa una falta que Manucho provocó en el borde del área.

Tras el gol el guión del partido fue el mismo que hasta esa jugada aislada. El Real Valladolid seguía mostrando pocas ideas y el Atlético Tordesillas no conseguía acercarse a la meta del vasco Villanueva. Finalmente fueron las jugadas individuales y la mayor calidad del Real Valladolid las que hicieron que los de Djukic se impusieran a Zamora y Tordesillas y puedan seguir con la preparación con una alegría, en forma de trofeo, en el cuerpo.
Imagen de 'Norte de Castilla'

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