1950, el año en que el Pucela fue el Levante

Nadie puede discutir que el Levante es el equipo de moda del fútbol español. Su comienzo de campaña ha dejado patidifusos a todos los espectadores y, entre otras muchas cosas, este Levante está sorprendiendo por la gran actuación de su entrenador, Juan Ignacio Martínez. El mister, debutante en la máxima categoría, aún no sabe lo que es perder y suma ya nueve jornadas sin conocer la derrota en Primera.

Las cifras de Martínez son excelentes, al igual que lo fueron las del Real Valladolid de Juan Antonio Ipiña en la temporada 1950. Ayer en el diario AS se podía leer que con el triunfo sobre la Real Sociedad, “Juan Ignacio Martínez consigue la cifra de nueve partidos sin perder en su debut, igualando el récord en Primera de Ipiña con el Real Valladolid en 1950”. La información del diario del Grupo PRISA es exquisita y desde aquí la queremos ampliar.

Una buena base
Al igual que ha pasado este año en el equipo levantinista, Ipiña recibió en el verano de 1950 una gran herencia del anterior entrenador. Antonio Barrios abandonaba el equipo blanquivioleta pero dejaba en Valladolid grandes nombres y grandes futbolistas. Nadie puede menospreciar jugadores del nivel de José Luís Saso, Francisco y Rafael Lesmes, Gerardo Coque o Isidro Lasala. Todos estos futbolistas se quedaron en Valladolid para, en un comienzo fulgurante de temporada, ponerse líderes de la clasificación tras ganar al Fútbol Club Barcelona de Ramallets y empatar con el Athletic de Bilbao de Lezama y Zarra.

El debut de Ipiña en la máxima categoría fue visitando al Deportivo de la Coruña el 10 de septiembre de 1950. En Galicia un tanto Felipe Ara otorgaba al Pucela sus dos primeros puntos. Siete días después, Ipiña se estrenaba en Valladolid con la visita del Sevilla. El recibimiento al equipo hispalense terminó con un contundente 4-1 para los locales con tantos de Coque, Munné, Aldecoa y Pepín. El cuatro de cuatro en puntos de los vallisoletanos colocaban al equipo tercero empatado con el líder, el Athletic de Bilbao, equipo con el que debían enfrentarse en la tercera jornada.

En el País Vasco se consiguió un valioso empate con gol de Aldecoa. Los cinco puntos seguían manteniendo al Pucela en cabeza, igual que lo mantuvo el empate ante el Atlético de Madrid en Valladolid con dos goles de Coque y otro de Munné. Aquí, empatando ante dos conjuntos duros de la categoría, se apreció que los de Ipiña no iban de farol y que ganarles iba a costar mucho sudor a los rivales.

Cinco victorias consecutivas
Con seis puntos de ocho posibles y compartiendo el liderato con el Celta de Vigo, el Real Valladolid de Ipiña consiguió encadenar cinco victorias consecutivas que le llevaron al liderato y a la historia de un entrenador debutante en Primera.

El primer equipo al que derrotó el Pucela en estos cinco partidos fue el Real Murcia. Dos goles de Munné en la visita a territorio murciano valieron para que los vallisoletanos se aferraran en solitario a un liderato que ya no soltarían hasta la jornada 12. Tras el Real Murcia llegó el Fútbol Club Barcelona que también hincó la rodilla. Una histórica victoria que se saldó con otra tanto de Munné ante Ramallets, hacía presagiar que la andadura del equipo por los puestos altos no sería pasajera

Tras imponerse al equipo culé llegó otra contundente victoria. Esta vez el 4-1 se le endosó al Racing de Santander. El 22 de octubre de 1950 los goles Ortega, Coque, Munné y Aldecoa hicieron menor la lesión del portero titular, José Luís Saso, que tuvo que abandonar el terreno de juego para dejarle su puesto al valenciano José Valero.

Sin uno de los puntales del equipo, el Real Valladolid no se vino abajo y se impuso de forma consecutiva a Celta de Vigo en Galicia y al Málaga en Valladolid. Estos nuevos cuatro puntos hacían del Pucela de Ipiña un líder solvente y seguro que no conocía la derrota hasta que el 12 de noviembre visitaron al Espanyol de Barcelona. Allí, dos goles del pichichi Gerardo Coque no valieron para seguir siendo invictos. Sí que sumaron para seguir manteniendo el puesto de líder durante dos jornadas más, cuando una derrota ante el Real Madrid bajo del sueño a un Pucela que era la misma envidia que es ahora el Levante de un Juan Ignacio Martínez que ha debutado a lo grande en una categoría que le venía llamando desde hace varias temporadas.

En la mano de Mendilibar
Por ahora los datos del Real Valladolid de 1950 y el Levante de 2011 están igualados. Nueve partidos sin conocer la derrota con siete victorias y dos empates. Este domingo a las 16 horas y ante un ex del Real Valladolid como es José Luís Mendilibar, Juan Ignacio Martínez tiene la oportunidad de compartir historia con el Real Valladolid o superarla. Si Osasuna gana, el Pucela de Ipiña seguirá en la historia del fútbol español. Si, por el contrario, el Levante consigue puntuar en Pamplona, la historia del equipo blanquivioleta de 1950 quedará en el olvido. En la mano de un paisano de Ipiña y blanquivioleta está. Suerte 'Mendi'.
Imagen de 'U.D. Levante'

2 comentarios en "1950, el año en que el Pucela fue el Levante" ¡¡Anímate!! y participa

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Nico García comenta....

A ver si este año el Almería o el Valladolid es (somos) el Levante de Segunda.

PD: Muy buena entrada!

Saludos desde La Escuadra de Mago