En la sociedad futbolística marcada por la grave lesión de Manuel Pablo, lateral derecho del Deportivo de la Coruña, existía otro protagonista. En este caso no era por una lesión sino por una pillería. ¿Quién no recuerda aquel pitido anónimo que sonó en el Santiago Bernabéu a finales del mes de septiembre del 2001?. En el seno del Real Valladolid es inevitable recordar la acción que provocó el empate de Fernando y el ridículo del equipo blanco.

Harold Lozano protagonista
El Real Valladolid iba perdiendo 1-0 en el feudo madridista. Antes del descanso una jugada por banda derecha de ‘Tote’ terminaba en gol de Fernando. Los dos futbolistas cedidos por el Real Madrid se asociaban para dar el empate al equipo entrenado por Pepe Moré. Lo sorprendente no fue el empate del Pucela, el partido terminaría 2-2- con un magnífico tanto de falta de Cuauthémoc Blanco. Lo realmente curioso del primer tanto del Real Valladolid es que la defensa blanca se quedó parada en el pase de la muerte de ‘Tote’. Ni Michel Salgado, ni Fernando Hierro, ni Aitor Karanka ni Roberto Carlos hicieron mención de luchar la posesión blanquivioleta. ¿Por qué no lo hicieron?. Supuestamente no lucharon porque el medio centro del Real Valladolid, Harold Lozano, había silbado para confundir al equipo rival.


Según se podía leer en las hojas del diario Marca el lunes 1 de octubre de 2001, el futbolista colombiano practicaba esta triquiñuela en los entrenamientos. Según cuenta el propio periódico la astucia del futbolista llegó a provocar que el entrenador blanquivioleta tuviera que parar el entrenamiento en algunas ocasiones. Lozano nunca reconoció esta acción y tanto él como el grupo de futbolista negó siempre haber participado de una acción antideportiva pero, a su vez, de listo. Como bien afirmó Michel Salgado tras el partido “el fútbol es para listos” y en la temporada 2001/2002 el Real Valladolid fue uno de los más inteligentes.


El Pucela cambió la historia blanca
La acción de Harold Lozano, con el colombiano en un segundo plano, estuvo protagonizada por dos futbolistas cedidos por el conjunto merengue. Jorge López Marco, más conocido como ‘Tote’, y Fernando Fernández guisaron y marcaron a ‘su’ equipo. Tal fue el daño que hizo esta acción a la imagen del Real Madrid que desde aquel día el presidente blanco mira y remira las cesiones de sus jugadores a equipos españoles.

La acción del primer empate de aquella noche de septiembre de 2001 marcó un antes y un después en el pensar acerca de las cesiones del equipo merengue.