En todas las plantillas de fútbol existen jugadores que sin llegar a portar el brazalete de capitán son básicos porque, entre otras muchas cosas, poseen alma de líder. En este Real Valladolid hay varios jugadores de ese estilo. Mehdi Nafti, por ejemplo, cumple los requisitos de ser un jugador básico en el vestuario. La edad y la experiencia le convierten, al igual que a Jofre Mateu, en uno de esos futbolistas que crean admiración y respeto entre los compañeros. El franco-tunecino y el catalán son jugadores sin brazalete que poseen alma de líder y de futbolista respetado, pero sin ser los únicos del vestuario vallisoletano..

Marc Valiente es también un jugador que por movimientos dentro del terreno de juego marca la tendencia y el camino a los compañeros. El canterano del Fútbol Club Barcelona trabaja incansablemente por el escudo del Real Valladolid, convirtiéndole en un profesional respetado por sus compañeros. El último ejemplo de que el central hace todo lo que tiene en su mano por el blanco y el violeta se vio el sábado en el Nuevo Colombino. En el estadio andaluz el central zurdo jugó los últimos minutos del encuentro con la nariz rota. Esta dolencia no le impidió cumplir con sus funciones y terminar un partido en el que el Real Valladolid obtuvo un valioso empate.

Coraje blanquivioleta
El segundo punto consecutivo a domicilio que el conjunto de Miroslav Djukic recaudó el pasado sábado es un empate de coraje y garra, adjetivos que marcan perfectamente el carácter de Marc Valiente. El catalán es un futbolista que desde que llegó al Real Valladolid hace 15 meses no está teniendo suerte con las lesiones pero que siempre que salta al verde demuestra todas esas cualidades que el convierten en un capitán sin brazalete.

Imagen de 'Norte de Castilla'