Minuto 83 del partido ante el Club Deportivo Alcoyano que por la huelga de futbolistas se tuvo que disputar dos meses más tarde. En ese momento, en el que estaba muriendo el envite entre el equipo de Porras y el de Djukic, saltaba la noticia y el récord en Víctor Pérez. El futbolista, ex de la Sociedad Deportiva Huesca, superaba, disputadas tan sólo diez jornadas, los minutos disputados la temporada pasada con la camiseta azulgrana.

El albaceteño superaba en ese momento la insignificante cifra de 625 minutos que disputó con Onésimo en el banquillo aragonés. Gracias a seis partidos completos, dos entradas al terreno de juego en el descanso y una participación fugaz ante el Córdoba, Víctor ya sumaba 632 minutos en tan sólo diez partidos de Liga adelante y en sólo nueve apariciones (no participó en Tarragona en el Nou Stadi). Las cifras hablan claramente de una mayor confianza en el ex del Alcorcón pero también en el hecho de que Djukic parece haber dado con la tecla que necesita el jugador tanto en juego, como en posición, como también, en psicología.

Debut a lo grande
Muchas dudas había sobre el fichaje de Víctor este verano. Su poca participación en Huesca y no tener un puesto determinado asustaban a una afición que lo ‘conoció’ en la goleada de Copa del rey al Nastic de Tarragona [1]. En este duelo, en el que jugó de enganche sobre Dani Aquino, Víctor anotó un golazo a los ocho minutos de encuentro. El gol, desde más de 30 metros, fue la mejor carta de presentación para un jugador que debía, teóricamente, aprovechar todos los minutos disponibles ya que no gozaría de demasiados en toda la temporada.

Una vez más la práctica se ha impuesto a la teoría y Víctor es básico en los esquemas del nuevo cuerpo técnico. Djukic confía en él y el futbolista se empeña en demostrar esa confianza con buenos partidos y al aceptar el trabajo oscuro del centro del campo que le solicita el míster.

Le come la tostada a Jorge Alonso
En el descanso del partido de Montilivi ante el Girona [2] Víctor Pérez entraba en el terreno de juego en lugar de Jorge Alonso. La permuta, además de significar el adiós del salmantino, provocó que mucha gente viera los primeros minutos de Pérez en el doble pivote, un puesto que en Huesca no había tocado mucho al ser más usado en banda y como enganche.

Esos 45 minutos en Gerona del albaceteño gustaron al cuerpo técnico del Real Valladolid que poco tardó en darle el liderato del doble pivote junto a Nafti. Desde la visita a Almería [3] Víctor es el medio centro ofensivo del equipo y lo es porque ya son pocos los que dudan de su calidad y de su juego y porque con casi 1.000 minutos en sus espaldas se demuestra que todo esto no es flor de un día.

Un tercio de temporada contra dos años
La confianza que Djukic tiene sobre Víctor es incalculable hasta el nivel de que nadie imagina un once en Cartagena sin él. La creencia en su juego llega a los límites de que desde que está en Valladolid ha jugado más partidos completos que en las dos temporadas que estuvo en El Alcoraz.

Las dos campañas que formó parte del Huesca, disputó seis partidos íntegros por los 10 que ya lleva con el Real Valladolid. Onésimo no contó en exceso con él el pasado año hasta el punto de que todas las participaciones de 90 minutos de Pérez fueron con Antonio Calderón en el vestuario. En la campaña 2009/2010 participó más, 27 encuentros y 1310 minutos, pero no consiguió unas cifras imposibles de superar esta temporada. Es más, si todo sigue con el mismo guión, en el encuentro ante el Alcorcón del José Zorrilla (jornada 20), superará la cifra de minutos que realizó hace dos años y ya tan sólo le quedará luchar por hacer en un año en Valladolid más minutos y más participaciones que en todo su periplo en la capital del Alto Aragón. Y va camino de ello.

Imagen de 'RealValladolid.es'