La semana en Valladolid había sido movida. Los problemas institucionales golpearon a una plantilla, que en palabras de su entrenador, estaba muy centrado en lo importante, en lo deportivo y, valga la redundancia, en el Deportivo de la Coruña. La verdad es que Djukic no mintió y los blanquivioleta estuvieron muy metidos en el encuentro. Tanto fue así que fueron ellos los que merecieron los tres puntos. Por ocasiones, dominio, juego combinado y sensaciones los de Djukic hicieron mucho más que los de Oltra.

Por unas cosas o por otras la pelota no entró y el Real Valladolid se queda sin el segundo puesto que otorga el privilegio del ascenso directo. Es cierto que el encuentro fue dominado por los pucelanos pero también es verdad que hay muchos aspectos que mejorar. No tiene sentido Balenziaga en el lateral derecho si el equipo no confía en él. Tampoco se puede abusar del lujo de Nauzet en el banquillo ni del juego interior y, ni mucho menos, se puede tardar tanto en hacer el tercer cambio. Todos en el Real Valladolid siguen teniendo un margen de mejor muy positivo porque el equipo progresa adecuadamente a base de puntos y grandes sensaciones.

Con una mirada basta
Hay parejas futbolísticas que se entiende bien. Cristiano Ronaldo y Özil se compenetran en el terreno de juego, Xavi sabe lo que va a hacer Messi en el Barcelona unos segundos antes y Nauzet Alemán entiende todos y cada uno de los desmarques, rupturas y movimientos de Javi Guerra. El canario y el malagueño, más conocidos como el ‘dúo sacapuntos blanquivioleta’, volvieron a coincidir en un césped tras 240 minutos sin hacerlo y enloquecieron al Deportivo de la Coruña. La pena llega en el hecho de que Djukic no dio la titularidad el ‘7’ y que sólo coincidieron 45 minutos. En ese tiempo destrozaron al conjunto de un Oltra que se desesperaba en el banquillo al ver las internadas de Nauzet y el entendimiento que tenía con la referencia del ataque pucelano.

En uno de los primeros contactos entre extremo y delantero llegaba un gol que Melero López decidió anular equivocadamente. El ‘9’ estaba en línea con la defensa gallega y el tanto era legal. El asistente del colegiado no lo entendió así y robó la posibilidad al Pucela de conseguir un tanto y una victoria que le brindaba la oportunidad de luchar por el liderato en el Rico Pérez de Alicante el próximo domingo.

Capitán y líder del equipo
La temporada en Segunda división es larga, muy larga. El Real Valladolid lo sabe y busca mejorar aspectos fundamentales. Uno de ellos es la seguridad defensiva. Aquí el equipo mejora ostensiblemente. A la seguridad ya sabida de Jaime Jiménez hay que destacar el entendimiento de Marc Valiente y Jesús Rueda.

Ambos futbolistas son un seguro para el Real Valladolid en estos momentos. Los 180 minutos de imbatibilidad del cancerbero son gran mérito suyo y en especial del canterano blanquivioleta. Jesús Rueda está en un nivel sobresaliente gracias a la perfecta aclimatación que lleva al puesto de central. Contar con puestos fijos en la defensa es primordial y si estos lo hacen tan bien como ante el Deportivo de la Coruña el empate y la pérdida de dos puntos no será tan dramática porque será una inversión segura para el futuro a corto plazo de club.