La aportación de Alberto Bueno el pasado sábado ante Las Palmas hizo saltar las dudas sobre su aportación al equipo. ¿Debe ser titular el madrileño o ser un jugador de banquillo? 

En el minuto 64 del partido del pasado sábado Alberto Bueno entraba en el terreno de juego para sustituir a Jofre Mateu, el cual había cubierto el hueco dejado por la lesión de Sisi al cuarto de hora. El cambio, muy significativo en las intenciones del entrenador para el partido, ha suscitado muchas dudas sobre la aportación que puede hacer el canterano del Real Madrid en este último tramo de campeonato. 

¿Cómo y cuándo debe jugar el madrileño? 

La lesión de Sisi y la poca aportación de Jofre en los 50 minutos ante los canarios le han abierto la puerta de la titularidad de la banda izquierda. Dicho puesto no sería nuevo ya que la temporada pasada, durante su cesión en el Derby County, ocupó muchas veces esa demarcación. El resultado allí fue bueno pero en Valladolid no. Esta temporada el partido ante el Real Murcia, en el que arrancaba desde el carril zurdo, resultó un desastre. La derrota por 1-3, unida a la imagen blanquivioleta, demostró que el estilo de fútbol de este equipo no está preparado para tres futbolistas tan ofensivos como él, Óscar González y Javi Guerra. 

Tanto futbolista de ataque desguarnece mucho la zona de atrás y el equipo lo pasa mal al verse superado siempre en acciones defensivas por los costados. De esta idea y de la derrota ante el equipo de Iñaki Alonso aparece la opción de dejar al madrileño como hombre refresco, como ese jugador número 12 que aparece desde el banquillo para con desparpajo, calidad y determinación voltear un resultado. En resumen, lo que hizo ante Las Palmas.

El espíritu de Onésimo Sánchez 

Disputar menos minutos pero hacerlo desde el banquillo y buscar ser determinante es tan importante para el equipo como ser titular. Al fin y al cabo estar en esta situación no deja de ser la comprobación de que ese futbolista tiene un rol en el vestuario, y eso es vital para todo jugador. El que sabe muy bien que este puesto en el equipo no es perjudicial es el ex entrenador y ex jugador del Real Valladolid Onésimo Sánchez. 

El vallisoletano se ganó, entre las temporadas 1990 y 1992 el apodo de “Fanta”, por su capacidad de refrescar al equipo saliendo desde el banquillo. 'Pacho' Maturana descubrió y pulió en el futbolista el detalle de revolucionar un partido hasta convertirlo en un icono en la grada que veía tan importante la aportación de Fonseca o Minguela desde el inicio del partido, como la de Onésimo la última media hora. 

Quizás esta segunda opción es la más apropiada para Alberto Bueno en estos momentos. Con Óscar y él el equipo pierde mucho trabajo defensivo desde el minuto uno pero no tanto con el partido ya comenzado. Si Bueno entra a falta de 30 minutos, algo que ocurrió el pasado sábado, las defensas rivales están mermadas y el partido roto, y ahí el ‘15’ blanquivioleta es determinante porque es capaz de revolucionar el partido con calidad y desparpajo. Si Bueno se cree que puede hacer mucho desde el banquillo, el Pucela ganará, además de su rol, un jugador para la banda izquierda, y ahí Marquitos parte con ventaja tras los últimos partidos. 

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