La espantada de Guilherme Oliveira, la actitud infantil y poco profesional de Lassana Camará, la escasa rentabilidad del fichaje de Alhassane Keita, el penalti a lo panenka fallado por Antonio Calle en Cornellá, el susto de Carlos Lázaro en Copa del Rey ante el Espanyol, el ridículo tras perder en Alcorcón, el hecho de que un cedido te marque un gol, el estar más cerca de Segunda B que de Primera división, el caos del partido de pretemporada ante el Celtic de Glasgow, las marchas de Manucho con su selección… Así, narrando uno a uno los problemas que ha sufrido el Real Valladolid en los dos últimos años, se podría estar hasta llenar el blog por completo. 

Un periplo por Segunda no es sencillo. Muchos de los momentos que hay que vivir para volver a la luz son duros y tortuosos. Incluso en muchos momentos la palpable pérdida de dinero es el menor problema, la imagen que se da como club y la cara que tienen que poner los aficionados pucelanos para justificar o entender la situación, se lleva la palma. Por el momento aún no se conoce si el Pucela estará en Primera división la próxima temporada, queda un último escalón. Esa última traba se llama Alcorcón y partido en el José Zorrilla. Con el encuentro de los de Djukic y Anquela se dará por terminada la temporada, y quizás por el tiempo en Segunda. 

Con la intención y la ilusión de que así sea, #Yonofallaré vuelve a la palestra. Lo está porque nadie puede faltar ni faltará a la cita con la historia que tiene el Real Valladolid mañana. Antes de ello, e independientemente del resultado, todos los integrantes del Pucela se merecen un #GraciasPucelapor. En este caso el “gracias” es por llevarnos hasta esta situación y poder conseguir que no haya que desear un feliz fin de semana, sino que la petición pueda ser #FelizFindeSegunda