El día que Víctor redujo un partido a seis minutos

Víctor y Llorente celebran uno de los tantos de La Romareda (Norte Castilla)
La penúltima vez que el Real Valladolid visitó La Romareda, ganó 2-3. Un show de Víctor Manuel Fernández decantó el partido de cara del equipo de José Luis Mendilibar 

Corría el 4 de noviembre del año 2007 y el Real Valladolid de José Luis Mendilibar visitaba el estadio de La Romareda. El conjunto entrenado por Víctor Fernández comenzaba la temporada con un objetivo bien distinto a los pucelanos. Los blanquivioleta, recién ascendidos de categoría, buscaban la permanencia mientras que los blanquillos tenían cotas europeas. La diferencia de metas se notaba en la clasificación previa al partido. Los locales llegaban séptimos con 17 puntos y los visitantes eran penúltimos con sólo siete. 

La diferencia de diez puntos era alta para las escasas jornadas que se llevaban disputadas. Eso sí, en ningún momento del partido se notó. Pese a que el Real Zaragoza comenzaba dominando el encuentro y disponía de dos ocasiones claras de gol, el Pucela no perdía la cara al encuentro. No la perdió ni después del minuto 13 cuando Ricardo Oliveira, con ayuda involuntaria de García Calvo, abría el marcador (1-0). 

Y Mendilibar movió el banquillo 
La diferencia de juego no estaba siendo muy alta pero el técnico blanquivioleta veía que algo no funcionaba y, tras el gol del delantero brasileño, puso a calentar a Víctor. El veterano delantero llegaba a Zaragoza renqueante de una lesión de principio de temporada y que pocas semanas atrás se le había reproducido. 

El pichichi de la temporada del ascenso, saltaba al terreno de juego en el minuto 24 y tan sólo seis minutos después ya había dado la vuelta al marcador. En ese tiempo tuvo opción de anotar dos goles pero también de avisar a su amigo, y rival, César Sánchez. A los pocos segundos de saltar al verde zaragozano estrellaba un balón en la madera. Tras asociarse con Jonathan Sesma, su balón era repelido por la madera y dejaba a Dani Kome sin opción de aprovechar el rechazo. 

Dos goles en tres minutos 
“El que avisa no es traidor”, dice el refranero español, y algo así debió de pensar Víctor. Tras el aviso llegó al ejecución. Primero fue al aprovechar una jugada rápida de Pedro López y Joseba Llorente, que el ex futbolista terminaba con una vaselina sobre César (1-1). Tan sólo tres minutos después llegaba la segunda venganza. El ‘21’ se hacía con un rechazo tras un disparo de Dani Kome y remontaba el partido (1-2). Tras aquel gol, Víctor ya había hecho su función de revolucionar el partido, pero el Pucela aún no lo había terminado sus minutos mágicos. 


A los dos minutos del doblete del extremeño, Álvaro Rubio se sacaba de la chistera una jugada individual única y hacía el 1-3. El resultado que Víctor cambiaba en unos pocos minutos y que Álvaro Rubio decoraba no se vería alterado hasta el minuto 89 cuando Diego Milito conseguía el 2-3 definitivo. El argentino demostraba su facilidad goleadora al aprovechar un pase interior pero no podía hacer nada con la demostración de Víctor de que su nivel era de Primera y de que el Real Valladolid estaba, de nuevo, en la élite..

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