El Real Valladolid vive un ‘encuentro’ de grandes magnitudes. En las próximas horas se juega el futuro de la plantilla y, por consiguiente, el de la entidad en Primera división

Alberto Marcos y Carlos Suárez. Carlos Suárez y Alberto Marcos. Presidente y director deportivo del Real Valladolid juegan en las próximas horas uno de los partidos más importantes de toda la temporada. El conjunto blanquivioleta debe cerrar en poco más de 24 horas la plantilla, y no parece una tarea fácil.

Acertar con los fichajes que lleguen en estos días será el futuro del equipo en los próximos meses. Los dos primeros partidos demuestran que el equipo sabe a lo que juega pero que le faltan efectivos para mantener el ritmo de juego durante toda la temporada. Los cambios del partido ante el Levante así lo demuestran. La entrada de un canterano y un lateral quieren decir que el cuerpo técnico tiene poco, o nada, para elegir. Sin puntualizar el hecho de que Javi Guerra se encuentra, como hace dos temporadas, sin compañeros en el ataque.

Encontrar soluciones en estas próximas horas es el futuro del Real Valladolid. Ya avisaba Djukic el lunes de que el drama del club sería “descender a Segunda”, y sin fichajes, el camino estará allanado. Patrick Ebert necesita rivales en el puesto, al igual que a Antonio Rukavina le urge la presencia de un compañero. Tampoco hay que olvidar el puesto de extremo izquierdo. Ahí está solamente Omar Ramos y el tinerfeño puede verse superado en algunos tramos de la temporada.

Legadas y muchas salidas 

Tres o cuatro fichajes en poco más de 24 horas es un trabajo muy duro y costoso, pero no es el único. La entidad blanquivioleta tiene que dar salida a seis jugadores en este periodo. Alberto Bueno, Manucho, Quique González, Marquitos García, Ismail Razak y Jorge Alonso no cuentan para el cuerpo técnico. Entre estos seis jugadores superan el 25% del presupuesto pucelano para la temporada. Obviamente es un problema de gran magnitud y de difícil solución.

Parece complicado que un jugador que no ha encontrado una salida en más de un mes, la pueda localizar en tan sólo unas horas. El nerviosismo de algunos directivos lleva a despilfarros desmesurados en estas fechas pero no parece que estos se produzcan con jugadores que llevan apartados del equipo desde el mes de julio.

El panorama en las oficinas del Real Valladolid siempre ha sido complicado. Mirando hasta el último céntimo y esperando a últimas oportunidades. Ahora se ha ascendido un escalón. Carlos Suárez deberá vivir con intensidad los minutos y segundos que le separan del viernes 31 de agosto a la 23:59 porque en ellos estarán el futuro de su club, de su Pucela.

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