Omar Ramos en una entrevista en su periodo en Tenerife (DiarioAvisos)

Omar Ramos protagonizó un episodio desagradable al poco de llegar a Huesca. Junto a dos compañeros de equipo, no pasaron un control de alcoholemia en Zaragoza

Tras una mala experiencia en Almería, donde por la explosión inesperada de Aleix Vidal y la poca confianza de Lucas Alcaraz le marcaro, Omar Ramos puso fin a su cesión en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo. En ese momento la Sociedad Deportiva Huesca le recibió con los brazos abiertos. El club oscense se encontraba en un periodo de regeneración para salvar la categoría. Muchos futbolistas salieron de El Alcoraz y otros muchos llegaron.

Omar fue una de las nuevas incorporaciones por petición expresa del entrenador. Quique Hernández consideraba que podía sacar lo mejor del futbolista y lo hizo. El canario no faltó a una sola cita, desde su debut el 28 de enero en Barcelona, pero antes le dio tiempo a protagonizar un hecho muy desagradable que dio la vuelta al mundo del fútbol. 

Un comunicado par la historia 

El nuevo jugador del Real Valladolid y dos compañeros de equipo más (Luís García y David Rivas) aprovecharon la cercanía con Zaragoza para cenar en la capital maña. Los tres se fueron a cenar y a la salida no pasaron un control de alcoholemia. Según apuntó SportYou, el cancerbero – conductor del coche- dio 0,37 por lo fue conducido a dependencias policiales. Antes de eso, y para que los acompañantes pudieran hacerse cargo del coche, ambos pasaron otro control. Los resultados sobrepasaban la tasa permitida. El central dio 0,30, mientras que el extremo llegó hasta los 0,50. 

La historia quedó ahí. Un acontecimiento del que los futbolista podían estar poco orgullosos y una multa para el ex cancerbero del Real Zaragoza o Tenerife de 500 €. La noche terminó ahí pero la noticia no. Lo reseñable estaba aún por llegar. Heraldo de Aragón se hizo eco de lo acontecido y la Sociedad Deportiva Huesca hizo un comunicado para aclarar la situación. La intención inicial del equipo azulgrana quedó en un segundo plano porque el comunicado dio la vuelta al mundo del fútbol por su contenido y forma.
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COMUNICADO DE LA S.D HUESCA SOBRE EL ASUNTO

Como todo el mundo sabe, ¿hay alguien que no lo sepa?, tres futbolistas del Huesca que cenaban en Zaragoza buscando una de esas cenas animosas, cenas de jugadores para hacer grupo, se fueron un rato a jugar a los bolos, no lucecitas rojas en la puerta, no discoteca, no garito semiclandestino, no: una bolera; y se metieron un par de pelotazos. Mal hecho. Muy mal hecho y sanción requetegorda que se han ganado los protagonistas por parte del club. Así lo señala su régimen interno.

Luego vino lo que vino y que es suficientemente conocido gracias a la colaboración de un ciudadano "ejemplar", que si pertenece a la policía municipal de Zaragoza, depositaria de los datos, bien haría la superioridad del Cuerpo en ponerle con una patita en la calle y la otra en el juzgado por ciscarse en la privacidad de los ciudadanos y filtrar nombres y apellidos de personas que, convenientemente machacadas, pueden pagar un error común y bastante simple por el resto de su vida. Si lo de los jugadores está mal, esto último es repugnante.

Después surge lo de quien parece disfrutar con el machaque y elabora un serial. Allá cada cual con su conciencia. Pero no confundamos al personal, que eso está muy feo.

Se ha escrito que los jugadores del Huesca no hablan con Heraldo de Aragón, por orden de sus rectores. Error: hablan con nuestro primer diario regional y si alguno se negara por cualquier razón, faltaría tiempo y sobraría cordura en este club para explicarle que, con el respeto debido a todos los medios de comunicación, Heraldo de Aragón es una seña de identidad comunitaria, o sea, una cosa muy seria.

Ahora, pretender que alguien que trabaja para Heraldo de Aragón es el Heraldo de Aragón, como mínimo es un error de cálculo. Y si los jugadores del Huesca y sus rectores no quieren hablarse con una persona, la misma, la de siempre, ya es cuestión, personal, de los jugadores del Huesca y la de sus rectores.

El Heraldo sabrá por qué ha dado grandiosa cobertura a la noticia, y ha omitido, en otras ocasiones similares, cuando no se trataba del Huesca.

La afición mostró muy claramente su opinión el sábado en El Alcoraz, y lo hizo otra vez de manera ejemplar, censurando a quienes se equivocaron en el momento de salir al campo y animándoles sin descanso desde el principio del partido hasta el final.

Es así, poniendo las cosas en su justo término y empujando todos (también los medios de comunicación) en la difícil tarea de continuar en la segunda división del fútbol español, como intentaremos sin desmayo. Que nadie lo dude.

Hay quien no quiere entenderlo así y esa es la mejor manera de acabar con lo logrado".

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