La muerte de Lesmes II deja para la historia el ‘Muro del Pisuerga’. La histórica defensa de los años 50 pierde al último de sus integrantes y al que poseía el palmarés más amplio

Una parte de la historia del Real Valladolid ha fallecido ayer por la noche. La pérdida no se debe solamente a la muerte de Rafael Lesmes (Lesmes II), que fallecía a los 85 años. El fallecimiento del hermano pequeño de los Lesmes dice adiós al llamado ‘Muro del Pisuerga’. El lateral izquierdo ceutí era el único superviviente de una de las defensas más emblemáticas de la historia pucelana. Un equipo que formado por Francisco Lesmes, Román Matito, Rafael Lesmes y José Luis Saso se ganó el respeto del futbol español y un hueco de dimensiones incalculables en la historia blanquivioleta.

Siempre en el recuerdo

Desde el 11 de agosto de 2005, cuando fallecía Lesmes I, dicho equipo y el mencionado ‘Muro’ siempre fue recordado en Valladolid y en los medios de comunicación. La pérdida en 2006 de José Luis Saso y Román Matito volvía a sacar a la palestra el nombre y el recuerdo de unos jugadores que lo dieron todo por el blanco y el violeta.

Pese a que ninguno de ellos era vallisoletano, curiosamente, y dejando a un lado a Saso (madrileño), la defensa era también conocida como ‘La zaga mora’ por la procedencia africana de los jugadores. Pese a su pasado fuera de Valladolid, todos sembraron raíces en la ciudad. Algunos, como Saso o Lesmes I llegaron a entrenar al Real Valladolid, mientras que Matito y Lesmes II, alejados del mundo del fútbol, fallecieron en la ciudad en la que se dieron a conocer.

Un palmarés envidiable

Rafael Lesmes se dio a conocer en Valladolid y en el Real Valladolid. De los partidos de blanquivioleta le surgió la oportunidad de formar parte de uno de los mejores equipos de la historia del fútbol, el Real Madrid de las cinco Copas de Europa consecutivas con Alfredo Di Stefano, Paco Gento, Luis Molowny o Ferenc Puskas.

De blanco ganaría cuatro ligas españolas, las ya mencionadas Copas de Europa y dos Copas Latinas, más. De todos esos títulos, las Copas de Europa de 1956, 1957 y 1958 eran especiales para él por haberlas obtenido como titular. Con todo ese palmarés regresó al Real Valladolid para jugar dos temporadas más y retirarse en el club que le dio la fama cuando lo fichó del Atlético de Tetuán en 1949. Esas dos temporadas no fueron de gran recuerdo pero él ya tenía un hueco en la historia pucelana, un espacio que hoy y siempre recordará al 'Muro', a una de las mejores defensas de la historia pucelana.

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