Aquel domingo, 22 de abril, como tantos otros, mis padres nos invitaron a casa a comer a mi hermano Juan y a mi. Mi madre se esmeró en la paella como de costumbre, y tras el postre, comenzó una tensa espera hasta el inicio del partido, que seguimos pegados al transistor. Vibrando y saltando sobre el sofá y con el sol radiante entrando por las ventanas del salón, cantamos los goles de Víctor y Manchev, y salimos a la calle para dirigirnos a la plaza Zorrilla a celebrar el ascenso. Lo habían logrado tras tres años de penitencia en segunda. Grande Mendi, grande Víctor, grande Sisi, grande Rubio, y grandes todos. A falta de 8 jornadas para el final de liga habían logrado matemáticamente meterse entre los tres primeros. Después veríamos que no se conformaron con eso, sino que además lograron el récord histórico de puntos en segunda división (88). 

Un gran recuerdo, sólo empañado por la noticia del accidente de Antonio Aragoneses. Pero Antonio volverá a andar, estoy seguro, y el Pucela volverá a ascender este año. Un gran día, que no olvidaremos jamás.

Artículo de @FranArranz

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