¿Cómo vivió el ascenso Sergio Pérez Rodríguez?
Recuerdo aquel día como si fuera ayer. Estaba estudiando para un examen que tenía la
siguiente semana, pero no estaba muy concentrado. Tenía la radio puesta escuchando la
programación local para no perderme nada de lo que pasaba en Tenerife. Sabía que ese era el
día y nada me iba a impedir disfrutarlo.
No se me habían ido los nervios previos del partido cuando Víctor nos puso por delante en la
primera parte. Fui corriendo al salón donde se encontraba mi padre y los dos estallamos de
alegría, pero todavía éramos cautos, sabíamos que cualquier jugada podía retrasar la fiesta. Ya
en la segunda parte saltó al campo Manchev y recuerdo que mi padre dijo: “éste finiquita el
partido” y… ¡zas! A los pocos minutos de estar en el campo el búlgaro hizo el gol que desató la
alegría contenida en toda la ciudad. Se oían en la calle y en los patios de luces gritos de gol al
unísono. El Pucela había vuelto a Primera.
Corriendo me puse la camiseta del Pucela, me atavié con la bufanda y me fui con mis amigos a
la Plaza Zorrilla, un chapuzón en la fuente no nos lo quitaba nadie. Toda la noche celebrando
algo que no había vivido nunca. Un ascenso es tan especial que se recuerda toda la vida.
Artículo de @Ohnigres
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