Asier Arranz celebra, junto a algunos compañeros, el ascenso en el césped de Tenerife (Norte de Castilla)

Asier Arranz es el canterano que se ganó la confianza de Mendilibar en la pretemporada de aquel año, para terminar jugando 16 partidos. Desde entonces ha vivido una carrera muy movida. Desde esa campaña 2006/2007 el de Campo de Cuellar ha vestido seis camisetas que no han sido la del Real Valladolid. En la actualidad se encuentra en el Sestao River desde donde atiende muy amablemente al blog para recordar su primer ascenso a Primera y unos meses inolvidables. 

Esa temporada fue un tiempo que el canterano nunca olvidará, no lo hará porque fue como “un sueño realizado”. Hay una curiosidad que el segoviano cuenta y que mide las dimensiones de lo que vivió aquella temporada. Tras hacer la pretemporada con el primer equipo, y mientras los de Mendilíbar preparaban el duelo ante el Sporting de Gijón, el filial preparaba su partido inaugural de la temporada. A Asier le sorprendía algo que se confirmó el domingo en El Molinón, su debut. Así lo cuenta él, con una ilusión que aún es patente. “La última semana de pretemporada pensaba que me tocaría ir a jugar a Burgos con el filial pero me extrañaba no entrenar ningún día con ellos. Finalmente viajé con el primer equipo y para mi ya era impresionante el hecho de viajar”. La ilusión de Asier en aquella primera expedición de Mendilibar a Gijón era de lo más positivo pero aquello aún no terminó. “Cuando en la charla el míster dijo mi nombre en el once titular me entró un cosquilleo en el estómago. Tenía una sensación de nervios y de ganas de que empezara el partido”. 

Muchos recuerdos y muy buenos 

Aquel momento en la charla fue único pero nolo fue menos el partido y el momento de llegar al estadio rojiblanco. “Cuando llegamos y vi el campo desde abajo me acordé de todas las personas que me habían ayudado a estar ahí”. En los primeros minutos de aquel partido Asier tuvo una ocasión de gol que se marchó al larguero y que recuerda perfectamente: “Claro que la recuerdo. Fue una pena porque debutar con gol hubiera sido redondo, pero todo fue bien”.

Como el propio Asier Arranz reconoce, aquel partido en Gijón no se le olvidará pero como tantas cosas de aquella temporada. El futbolista recuerda, sobre manera, “las eliminatorias de Copa del Rey” y la pretemporada. En esos primeros días como integrante de la primera plantilla el joven jugador rememora “alguna novatada” y “los entrenamientos de intensidad alta y en el que siempre había balón”. 

Aquella campaña y todo lo que Asier Arranz vivió con el primer equipo fue inolvidable y se mantiene por encima de todo conseguido después, incluso por encima el ascenso con el Xerez dos años después. “Hast ahora lo más especial ha sido ese ascenso porque era el club en el que llevaba desde los 15 años y así pude cumplir el sueño que tenía desde que llegué”. 

Un año de contrato en el Sestao River 

La actualidad de Asier Arranz pasa ahora mismo por el grupo dos de Segunda división B. El jugador firmaba el pasado verano por el club vasco por una temporada y está aprendiendo en su nuevo equipo: “Por el Norte estoy viviendo una etapa diferentes por el tipo de fútbol que se practica y la verdad es que sirve para mejorar otros aspectos de mi juego”. Esta etapa en el club vasco le está valiendo para aprender y para demostrar, como ya hizo en el Teruel que “la lesión de rodilla quedó olvidada”.

Asier es consciente de que tanto número de equipos como lleva a sus espaldas en los últimos años no es bueno pero intenta poner un punto positivo a la situación: “Tener que moverme tanto y cambiar de equipo no es fácil. Cuesta acoplarse a la ciudad y al equipo per en el fútbol muchas veces no se puede elegir el quedarte tiempo en el mismo lugar”. Pese a que uno de los ojitos derechos de Mendilibar aquel año no vive buenos momentos en la actualidad, siempre será recordado en la avenida el Mundial 82 por los años que formó parte de las categorías inferiores pucelanas y por aquella temporada que participó en el mejor equipo de la historia de Segunda división.

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